Guerra de egos en un mismo espacio y con un objetivo en común

LA PLATA-BUENOS AIRES, Agosto 20 (ANDigital) Ellos niegan la ruptura y aseguran un futuro unido de cara al 2011, pero las diferencias que comenzaron antes del acuerdo se mantienen más allá de mostrarse juntos en algunos actos.

Felipe Solá quiere la presidencia y, con ese objetivo, decidió llamar al peronismo federal para reunir fuerzas. Intenta hablar con los gobernadores peronistas y representantes provinciales de distintos puntos del país.

Francisco De Narváez se prepara para su candidatura a gobernador de la provincia de Buenos Aires, pero parece que los buenos resultados cosechados el pasado 28 de junio envalentonaron las aspiraciones del “Colorado” y decidió consultar -en breve-, a la Corte Suprema para saber si puede ser candidato a presidente habiendo nacido en Colombia.

Obviamente, la actitud de Francisco llamó la atención a más de uno, sobre todo la de Felipe, quien se quiere posicionar como el único candidato presidenciable del PJ que está por fuera de Kirchner.

Más allá de las consultas e intenciones de De Narváez, Solá decidió anticiparse y lanzar su carrera política hacía el Sillón de Rivadavia. Planeado y hasta hablado con su tropa, los felipistas pedirán el próximo 22 de agosto que su conductor sea el candidato a las presidenciales del 2011. A contra reloj, trabajan para instalar el nombre de Felipe como contrincante del oficialismo en las próximas elecciones.

Ese trabajo político de los felipistas, avalado por Solá, no cayó bien entre los denarvaístas porque no fueron consultados, y tampoco consensuados por ambas líneas para realizar un anuncio conjunto, sin lanzarse como candidatos, pero dejando en claro cuáles serán sus aspiraciones de acá a la próxima campaña.

El enojo de Francisco comenzó cuando se reunieron con Daniel Scioli en la residencia del gobernador. Allí, Solá habló durante media hora con el off shore sobre la situación financiera de la Provincia y del debilitamiento del Frente Justicialista para la Victoria tras el triunfo de Unión PRO. En el medio, la figura de Eduardo Duhalde, quien conversó con el gobernador.

Algunos hablan de ruptura inminente, otros auguran un futuro en conjunto, pero lo cierto es que ambas líneas ya no soportan sus propios egos y ambiciones. (ANDigital)