sábado 27 de abril de 2024 - Edición Nº3689

Política | 19 jun 2009

Opinión

¡Movilizarse contra los tarifazos K!

Desde abajo se multiplican las luchas contra los despidos, por salarios y las manifestaciones contra los aumentos de tarifas. Las asambleas de los chacareros convocan al paro.


Por Ricardo Fierro (*)
Especial para ANDigital

Con la lucha se avanza

Diez días de paro con cortes de ruta y bloqueos de empacadoras llevaron al triunfo a los obreros de la fruta de Río Negro y Neuquén, rompiendo el acuerdo de las patronales, el sindicato y el gobierno kirchnerista (aunque se mantienen alerta hasta que el laudo lo confirme). Los trabajadores de la construcción de Santa Cruz bloquearon los accesos a la capital provincial (¡No hay plata para las obras públicas de Santa Cruz!). Los metalúrgicos de Paraná Metal forzaron al gobierno y la patronal a conceder reclamos muy sentidos, aunque la línea de la dirección sindical y el gobierno impuso cláusulas contra las que hay una fuerte oposición.

Desde abajo, las luchas con decisiones en asambleas, desbordan a las direcciones sindicales traidoras o conciliadoras; son muy combativas; y buscan la confluencia multisectorial con las fuerzas populares. Se van logrando conquistas en el combate contra la política de las patronales y el gobierno kirchnerista de descargar la crisis sobre las espaldas de los trabajadores.

En el campesinado, un reguero de asambleas realizadas (o por realizarse: Monte Maíz, Bragado, Villegas, etc.), le van “marcando la cancha” a la Mesa de Enlace que gambetea la decisión de retomar el paro de comercialización controlando las rutas, el 8 de febrero. Notoriamente, dirigentes que fueron combativos antes, ahora, tentados por las ofertas electorales, maniobran para frenar el empuje combativo que viene desde abajo.


Tarifazos e impuestos

Los tarifazos e impuestazos con los que el kirchnerismo trata de emparchar una “caja” que se le achica van provocando una “caldera social”.

Tarifazos de hasta 400% de aumento golpean como un mazazo al pueblo (a un millón y medio de personas solo en Buenos Aires). El aumento de los intereses castiga a los deudores hipotecarios. En los barrios populares de La Matanza, en los que ya se pagaban boletas altísimas de electricidad, las nuevas son un infierno: de diciembre a enero pasaron de $ 149 a $ 348; $ 186 a $ 567; $ 258 a $ 603. La fiebre de caja le hace olvidar al kirchnerismo que un tarifazo así desembocó en el histórico Mendozazo, que destartaló a la dictadura de Lanusse.

Esa misma fiebre “de caja” es la que lleva al gobierno a negar soluciones a la dramática situación de los chacareros y pueblos originarios golpeados por la crisis y la seca. Las provocaciones del secretario de Comercio, Moreno, llevando granos a los ganaderos “amigos”, llenan de indignación; y además, demuestran que el kirchnerismo no le hace asco a la amistad con los “oligarcas” que se le arriman.

Los llamados “planes de estímulo” a la producción, con los que alardea el gobierno, anuncian las mismas obras comprometidas varias veces en los últimos años, y no cumplidas. Ahora, Néstor Kirchner negocia $ 5.000 millones con los intendentes del Conurbano Bonaerense, mientras siguen los atrasos en los pagos de las pocas obras que están en curso.

La crisis castiga con fuerza. Las clases dominantes y el gobierno tratan de ocultar la gravedad de los despidos (más de 1.000 en Dream, 1.300 en Tierra del Fuego, 2.440 en Siderar, amenaza de 200 en Siderca, etc.), las rebajas de salarios, los cierres de fábricas, y el hambre. La política del kirchnerismo de tapar, forzar rebajas salariales, hacer anuncios ya anunciados que no se cumplen, y no dar respuestas a los nuevos y viejos desocupados, va creando un polvorín social. Se va extendiendo en muchas ciudades la lucha contra los tarifazos.

La crisis y los Kirchner

Más truchadas del IndeK: el que no buscó trabajo en la última semana no es un desocupado. Buscan ocultar 350.000 desocupados nuevos. Para el IndeK la economía y la industria crecen y hay más empleo.

En el campo, la crisis, la seca y el kirchnerismo convierten a la situación en un infierno para los chacareros y originarios. Al gobierno, como parte de la base cierta de que esas masas no lo van a votar, lo único que le preocupa es seguir chupándoles la sangre con los impuestos y descalificarlos.

La “caja K” ya no alcanza: pese al saqueo del Anses y a las truchadas del IndeK, en diciembre tuvo un déficit de $ 1.500 millones (Ámbito Financiero, 26/1). Este año, con la política K de “buen pagador” con los usureros internacionales, vencen 16.000 millones de dólares (y el año que viene 18.000 millones) y los organismos a los que quieren cobrar esas deudas ilícitas, fraudulentas y usurarias (Banco Mundial, BID, etc.) retacean la renegociación de esos vencimientos.

Frente a la crisis, el gobierno K no toma medidas reformistas como Correa en Ecuador con el no pago de deuda fraudulenta, o como Evo Morales con la estatización de Chaco (a la que aquí se miente de que es “argentina”, cuando en realidad es de Pan American, monopolio 60% inglés y 40% de Bridas, del testaferro ruso Bulgheroni). La política real K de encubrir los despidos y el trabajo en negro, promover la rebaja salarial, impuestazos, tarifazos, no dar respuesta a los hambreados, castigar a las masas campesinas, etc., agrava los sufrimientos de las masas sobre las que descarga la crisis.

Los Kirchner hacen eso creyendo que podrán llegar a las elecciones de octubre con la situación controlada, desvelados por las elecciones. También, la mayoría de las fuerzas que se le oponen, adelantan los tiempos electorales y buscan frenar las luchas.

La cuestión está en que grandes masas, con la crisis y esta política kirchnerista, no llegan a octubre: si los trabajadores de la fruta no luchaban ahora, iban al hambre; si los mecánicos, metalúrgicos, del cuero, de la construcción y tantos otros, no luchan ahora, van a la desocupación y el hambre.

Hoy, la urgencia es la unidad para la lucha, y la confluencia en las multisectoriales para ampliar y profundizar esas luchas. Y esto exige llevar a las masas la discusión sobre la profundidad de esta crisis, la velocidad con que golpea, su prolongación por un largo período, y la política kirchnerista que la descarga sobre los trabajadores y el pueblo. Y unir ese debate a propuestas concretas que descarguen la crisis sobre los que se llenaron los bolsillos a costa del pueblo, golpeando a la política K.

En las masas hay mucha experiencia de las crisis y hambrunas anteriores. En las fábricas, los obreros saben que la indemnización y el remis o el almacencito terminan en el hambre. Los mayores ya lo vivieron; los jóvenes, lo vivieron en su familia. Y la principal experiencia de las masas es el camino trazado por el Argentinazo y la rebelión agraria, que mostraron cómo enfrentar el poder y la política de los de arriba.

Estados Unidos tiene nuevo presidente. Se fue el mentiroso y reaccionario Jorge W. Bush, odiado en su país y en el mundo. Asumió Barack Obama.

Ya hemos hablado del gabinete continuista de Obama (hoy 1250). Lejos del cambio que propuso en su campaña electoral, llenó los casilleros con viejos conocidos que fueron funcionarios de Ronald Reagan, Bill Clinton, y algunos, en puestos muy importantes, del propio Bush.

El nuevo presidente trata de “desprenderse”, de los aspectos más repudiados de Bush (caso Guantánamo). Pero su silencio frente al genocidio de Israel en Gaza, fue totalmente funcional a la gran burguesía yanqui, que acordó esa agresión infame con los gobiernos reaccionarios de Israel, Egipto y Arabia Saudita.

Mientras asumía Obama, Cristina Kirchner viajó a Cuba y Venezuela, por lo que recibió una oleada de críticas de Chiche Duhalde, Elisa Carrió y otros dirigentes políticos. Al revés de lo que opinan estos dirigentes, el viaje de CK fue oportuno y mostró un gesto de diferenciación positivo frente al circo montado por el imperialismo yanqui usando una cuestión racial para ocultar un cambio gerencial que solo modifica matices en el poder del imperialismo yanqui. Matices en relación a quienes son los monopolios más beneficiados, y cuál es la política (de alianzas y disputa) en relación a los otros imperialismos.

La asunción de Obama y el viaje de CK

Es notable que algunos de esos dirigentes críticos, que no son del “palo” yanqui, demuestran que se guían mucho por las conveniencias de los otros imperialismos, sin tomar en cuenta que, para América Latina, Obama ni tapó la vergüenza manteniendo al mismo funcionario de Bush.

El gesto de CK, con el viaje, vuelve a demostrar que los Kirchner son un grupo de burguesía intermediaria vinculado a sectores en lo fundamental no yanquis (Eurnekián, Eskenazi, Bulgheroni, Mindlin, Cristóbal López, etc.), y al estratégico comercio con China.

Un aspecto a tener en cuenta es que uno de los convenios firmados con Venezuela tiene como objetivo alentar en ese país el cultivo de “el yuyito” (como CK llamó a la soja). Se sabe que, en ese negocio, están “prendidos” Grobocopatel, Monsanto y los K. Como se ve, el gobierno usa fórmulas como “la oligarquía sojera” para confundir a las masas, pero cuando se trata de negocios, no le hace asco. ¿Tomarán nota los dirigentes del PC que embellecen al kirchnerismo como “burguesía progresista” o los del PO que lo embellecen calificándolo de “burguesía nacional”?.-

(*) Columnista político del Semanario Hoy del PCR.

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