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Política | 16 ago 2012

Análisis

Fabiana Ríos, cada vez más aislada

A un año de haber asumido –casi imprevistamente– la Gobernación de Tierra del Fuego, el balance es negativo. Los motivos: la pesada herencia recibida de la gestión de Cóccaro, la presión de los gremios y la oposición, y la poca propensión al diálogo junto a un preocupante grado de improvisación.


TIERRA DEL FUEGO, Diciembre 05 (Por Patricio Giusto, licenciado en Ciencias Políticas, especial para ANDigital) A casi un año de haber asumido como gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos atraviesa un complejo momento político. Muchos de los problemas que ha tenido que afrontar en lo que lleva de mandato eran absolutamente previsibles, como la constante discriminación por parte del Gobierno nacional, por el hecho de pertenecer a un partido de signo opositor, el ARI. Pero también Ríos ha sabido crearse sus propios laberintos…

“Antes esperaba fondos. Ahora ni siquiera me llaman. Nos tienen a pan y agua”, expresó la mandataria hace unos días. Toda una definición del estado de su relación con los Kirchner, para quienes Tierra del Fuego no es prioridad, ni mucho menos.

En el plano provincial, también está rota la relación entre Ríos y el intendente de Río Grande, Jorge Martín (UCR). El trasfondo de la disputa es el reclamo de pago de la coparticipación atrasada que, según el municipio, ronda los 30 millones de pesos. Los cruces mediáticos entre ambos han ido en aumento en los últimos días. Inclusive se especuló con que Martín podría pedir el juicio político para Ríos, cosa que finalmente fue desmentida por el propio jefe comunal.

Por otra parte, en la Legislatura Ríos ha tenido que afrontar duros reveses. La oposición, compuesta por el PJ-Frente Para la Victoria, la UCR y el Movimiento Popular Fueguino, ocupa nueve bancas y funciona casi siempre en bloque, doblegando con comodidad al ARI, que posee sólo 6 escaños.

La emisaria de la Casa Rosada en la provincia es la diputada nacional Rosana Bertone, cuya tarea es aparecer sistemáticamente en los principales medios de la provincia hablando pestes de la gestión del ARI. Es llamativa la predisposición de Bertone para hablar hasta por los codos en Tierra del Fuego, mientras que en el Congreso cultiva un estricto perfil bajo. Vale destacar que la legisladora preside la estratégica Comisión de Energía y Combustibles, pero en lo que va del año esta comisión prácticamente no ha funcionado. Es también curioso que Bertone no haya presentado un solo proyecto de ley en materia energética.

Volviendo a Ríos, el otro frente de conflicto permanente con el que debe lidiar es el gremial. Los dirigentes sindicales venían mal acostumbrados, al estilo “clientelista” de la anterior gestión de Hugo Cóccaro, quien les concedía todo tipo de aumentos sin importar las consecuencias. Y así heredó la provincia Ríos, totalmente quebrada, saqueada por la corrupción y la imprevisión.

Este clima de constante conflictividad provocó en julio la renuncia del vicegobernador, Carlos Bassanetti, como así también la de varios ministros. Más allá de las duras posturas gremiales, Ríos demostró que el diálogo no es una de sus mayores virtudes. Otro rasgo negativo del gobierno del ARI ha sido el correr constantemente detrás de los problemas, lo cual es un claro signo de falta de visión y profesionalismo.

A esta extensa lista de preocupaciones se sumó la misteriosa desaparición de la pequeña Sofía Herrera hace dos meses, hecho que provocó un enorme impacto emocional en la sociedad fueguina e inclusive tuvo gran repercusión a nivel nacional.

Por último, hay que destacar que la gobernadora se encuentra enredada en un confuso “escándalo” de corrupción. Producto de escuchas telefónicas ilegales, se supo que Ríos habría comprado pasajes oficiales a 200 pesos en el Congreso de la Nación para traer familiares y amigos al cumpleaños de 15 de una de sus hijas. Un reconocido abogado fueguino presentó una denuncia penal contra la mandataria ante la Justicia Federal, por los presuntos delitos de negociaciones incompatibles con la función pública y malversación de caudales públicos.

En resumen, a tan sólo un año de haber asumido como gobernadora, Ríos se encuentra cada vez más aislada. Esto se debe, en gran parte, a la pesada herencia que recibió del anterior gobierno y a la que todavía no logra sobreponerse. Otro obstáculo ha sido la falta de comprensión por parte de los gremios y el uso que la oposición, principalmente el kirchnerismo, hace de esta situación de debilidad. Pero también hay que reconocer que Ríos ha contribuido con errores propios, que muchas veces dejaron en evidencia la poca propensión al diálogo que la caracteriza, como así también un grado de improvisación preocupante. (ANDigital)

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