viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº3688

Política | 22 ago 2018

Recargada

“No me arrepiento de nada”

Cristina Fernández de Kirchner pronunció un encendido discurso en la Cámara alta. “Voy a ser la primera senadora allanada”, afirmó. Refutó las acuaciones en su contra y cargó contra la denuncia sobre aportantes truchos de Cambiemos. Fustigó a Macri y tildó de “títere” a Bonadio. Ironías contra “el fuego amigo” de Pichetto.


CAPITAL FEDERAL (ANDigital) Durante la sesión en el Senado que trata los allanamientos en sus propiedades solicitados por la Justicia, Cristina Fernández de Kirchner ensayó un contundente discurso en el que refutó las acusaciones en su contra y arremetió contra Cambiemos por los aportantes truchos, criticó al Gobierno nacional y al juez Claudio Bonadio, a la vez que fulminó a Miguel Pichetto.

“Estamos tratando una medida para un senador que es inédita. Es la primera vez que se allana la vivienda de un senador, voy a ser la primera senadora allanada”, enfatizó.

Sin eufemismos, la expresidenta habló de la causa de los cuadernos y la presunta corrupción en la obra pública durante el kirchnerismo. “¿Creen que la cartelización de la obra pública empezó el 25 de mayo de 2003?”, les preguntó a sus pares del recinto.

“La patria contratista no empezó en 2003. Este país está gobernado por (Mauricio) Macri, el hijo de Franco (Macri), el primo de Ángelo Calcaterra”, contrastó.

A lo largo de una extensa alocución desde su banca, la exmandataria relativizó las pruebas de la causa que investiga Bonadio, al tiempo que contrapuso con las denuncias de aportantes truchos en el oficalismo durante la última campaña electoral. “Hay 2 mil ciudadanos argentinos de carne y hueso, no fotocopias, que dicen que no hicieron aportes. ¿De dónde salieron los fondos de los legisladores que están sentados igual que yo por la provincia de Buenos Aires? Hay testimonios y auditorías, no fotocopias”, insistió.

En otro orden, puso de relieve que “si algo faltaba para consolidar el poder judicial como instrumento de persecución, era esta causa”, y volvió a argumentar sobre la inconsistencia de las pruebas: “Cuadernos que nadie vio. No digo que no se investigue, pero que se haga una auditoría de toda la obra pública”.

El momento más álgido del discurso de la expresidenta fue cuando disparó munición gruesa contra el jefe de bloque de Argentina Federal, el peronista Miguel Ángel Pichetto.

Tras afirmar que fue “invocada por muchísimos senadores”, cruzó al rionegrino, quien en la última sesión había se había referido al avance de la derecha en Brasil. “A Lula lo metieron preso porque ganaba las elecciones, ¿le suena?”, le manifestó a Pichetto.

El siguiente misil discursivo llegó en el cierre de su oratoria. “Si a mí un rayo me partiera y se esparcieran las cenizas, hay algunos que nunca van a llegar a ser presidente”, espetó Fernández de Kirchner.

Y concluyó: “El señor Bonadio es un instrumento, un títere. Si creen que con los Bonadio y los desafueros me voy a arrepentir, no. No me arrepiento de nada de lo que hice”. (ANDigital)

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