La Matanza debe dejar atrás la decadencia y la desesperanza

Por Alejandro Finocchiaro (*)

En La Matanza son aspiracionales los servicios que en otros municipios fueron alcanzados hace muchísimo tiempo: las cloacas, el asfalto y el gas, el agua de red, la iluminación de las calles, la recolección adecuada de residuos. Necesidades básicas pendientes que deben convertirse en realidades que permitan una vida digna, dejando atrás la frustración que lleva a pensar que lo único bueno que puede pasar en las familias sea que los hijos se vayan del distrito. Por eso, asumimos la responsabilidad de dar lo mejor de nosotros para hacer del partido un lugar próspero y contribuir, de ese modo, a la transformación que María Eugenia Vidal ya comenzó en la Provincia.

Nuestro trabajo hará que La Matanza deje de ser el territorio de los parches para convertirse en el de las oportunidades que surgen de la planificación que apunte a las bases. Que sea un lugar donde la gente no tenga que resignarse a vivir sin lo esencial, donde haya transparencia y la administración acompañe los esfuerzos de los emprendedores, permitiéndoles crecer, simplificando trámites, descentralizando la atención, que deje de someterlos con habilitaciones provisorias que no los dejan despegar.

Integro un proyecto que busca encarnar la voz de los que quieren vislumbrar un futuro. Como ya manifesté, no es algo que emerge de la especulación política, es un imperativo moral. Se trata de hacer lo que debe hacerse independientemente de la dificultad que encierre el desafío. Le toca a La Matanza estar en sintonía con una provincia que decidió abandonar la decadencia y la desesperanza.

No será fácil revertir los años desperdiciados que nos llevaron a ser uno de los municipios más vulnerables del conurbano. Sin embargo, nuestro potencial sigue vigente. No tengo dudas: hablando con los vecinos y los grupos que forman para resolver dificultades específicas, conociendo de primera mano las cosas que más los preocupan el distrito podrá dejar de ser el compendio de las frustraciones.

Recientemente, lanzamos el Mapa de los Problemas para identificar con nitidez los de cada localidad, como los basurales de Laferrere, la invasión del espacio público y la toma de tierras en Villa Celina, el gas de red que no llega a barrios de Ciudad Evita, la falta de luminarias que vuelven inseguras las calles de González Catán, el asfalto que no se hace pero que figura en los registros de Madero, los servicios municipales que se cobran pero no se brindan en Tapiales, entre otros que empiezan a conformarlo.

Sabemos que es posible. A través del diálogo se pueden lograr consensos que determinen las políticas públicas que impulsen el crecimiento del distrito y una vida mejor para cada uno de los vecinos y vecinas. Sus preocupaciones, sus necesidades y propuestas son una prioridad. Estamos seguros de que podemos inscribir cada uno de esos sueños individuales en un gran proyecto colectivo.-

(*) Ministro de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación. Candidato a intendente de La Matanza por Cambiemos.