viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº3688

Política | 19 sep 2019

Publicado por Marea Editorial

Declaran de interés cultural al libro “Raúl Alfonsín, el hombre que hizo falta”

La obra abarca la vida política, desde sus inicios, del Presidente de la restauración democrática y detalla aspectos de su vida personal y familiar. El acto será este lunes 23 en la Legislatura porteña. Junto al autor, Eduardo Zanini, estarán  Analía Argento, el diputado Sergio Abrevaya, promotor de la iniciativa, y la editora Constanza Brunet.


CAPITAL FEDERAL (ANDigital) Marea Editorial invitó a compartir la declaración de Interés para la Comunicación Social y la Cultura del libro Raúl Alfonsín, el hombre que hizo falta, de Eduardo Zanini, por parte de la Legislatura porteña.

El evento se realizará el lunes 23 de septiembre a las 18 horas en el salón Raúl Alfonsín de la casa de leyes de la Ciudad de Buenos Aires, sita en Perú 160.

Para la ocasión, el autor estará acompañado por la escritora Analía Argento, el legislador Sergio Abrevaya, promotor de la iniciativa, y la editora Constanza Brunet.

Raúl Alfonsín, el hombre que hizo falta abarca la vida política y personal del presidente de la Nación que asumió el poder tras la dictadura militar de 1976-1983, y refleja las decisiones, dificultades y obstáculos que tuvo que enfrentar durante su gestión.

Eduardo Zanini rescata la historia de Alfonsín, y señala que su figura “representa los valores de la libertad y de la ética de la solidaridad, así como la convicción de sus decisiones”.

Las compuertas de la libertad. El hombre que hizo falta para abrirlas fue Raúl Alfonsín, el emergente de un cambio. La democracia como forma de vida.

Partiendo de sus orígenes como dirigente juvenil en Chascomús, el periodista Eduardo Zanini encuentra allí los gérmenes del pensamiento de Raúl Alfonsín, que podría sintetizarse en la fórmula que logró superar la antinomia peronismo-antiperonismo: “libertad con justicia social”.

Discípulo del histórico caudillo radical, Ricardo Balbín, Alfonsín se animó a romper y armar su propia línea interna, “Renovación y Cambio”, con la que finalmente llegó a la Presidencia de la Nación.

Como abogado, a pesar de ser un enemigo declarado de la violencia política, se encargó de promover, desde 1975 y durante toda la dictadura militar, presentaciones judiciales por violaciones a los derechos humanos.

Ya como presidente de los argentinos fue el motor de la crucial transición a la democracia. Con un poder militar aún vivo, logró el enjuiciamiento a las cúpulas de la dictadura. Un caso paradigmático en el mundo, que le costó tres levantamientos castrenses en su contra.

Zanini describe todas las adversidades contra las que tuvo que luchar Alfonsín durante los seis años de su presidencia, en especial el aspecto económico, que terminó minando su poder. Desde el llano desde 1989, sin un peso ajeno en el bolsillo, Alfonsín siguió siendo un constructor de la política argentina y tanto la reforma constitucional de 1994 como la creación y triunfo de la Alianza con Fernando de la Rúa llevan su sello.

En el incendio del 2001, Raúl Alfonsín hizo su último aporte político de importancia. Después de sostener al Gobierno de la Alianza hasta el último minuto, acompañó la gestión del presidente provisional Eduardo Duhalde, como un militante dispuesto a defender la democracia a cualquier costo.

Raúl Alfonsín fue el presidente que nos devolvió la vigencia del único sistema bajo el cual es posible convivir. (ANDigital)

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