martes 19 de marzo de 2024 - Edición Nº3650

Política | 28 oct 2019

Opinión

Neoliberalismo, ¡Nunca Más!

Sobre las políticas neoliberales y la consecuencia de sus medidas sobre los cuerpos y la psiquis de los sujetos, la óptica del psicoanalista, Manuel Morete.


El neoliberalismo es la versión moderna del capitalismo. Su versión más cruel y despiadada. La implementación de sus políticas económicas provoca la dependencia económica y política con organismos internacionales de crédito que tienen como resultado el endeudamiento, la fuga de capitales, la distribución regresiva del ingreso, la pauperización y la exclusión social. En términos más claros, esto quiere decir que se genera riqueza para quienes más tienen y pobreza para quienes menos tienen.

En la Argentina, en América Latina y en el mundo (salvo honrosas excepciones), el neoliberalismo es el modo de organización económico y social predominante.

Estas políticas indefectiblemente generan conflictos sociales, que suelen recrudecer hasta encontrar su límite. Limite que se conoció en nuestro país en la crisis del 2001. Limite que se está viviendo al otro lado de la cordillera, en Chile, donde el pueblo está en las calles desde hace días reclamando que así no pueden (ni quieren) seguir viviendo. También en Ecuador, Bolivia y Perú que viven en estos días similares crisis políticas y sociales. Todos estos conflictos tienen un mismo origen: el neoliberalismo.

Estas políticas neoliberales, además de generar conflictos sociales, generan estragos en los individuos, la aplicación de sus medidas tiene sus consecuencias en los cuerpos y la psiquis de los sujetos. El neoliberalismo es, a la vez que un modelo de organización económico y social, un productor de subjetividad. Genera en los individuos una manera de pensar y pensarse.

Escribe Jorge Alemán, al respecto: “Lo especifico y determinante del neoliberalismo consiste en ser el primer régimen histórico que intenta por todos los medios alcanzar la fundamental y primera dominación simbólica, al alcanzar a los cuerpos y capturarlos por la palabra en su dependencia estructural, (…) el neoliberalismo necesita producir un ‘hombre nuevo’ engendrado desde su propio presente, no reclamado por ninguna causa o legado simbólico y precario; un hombre ‘liquido’, fluido y volátil como la propia mercancía.” (1)

En nuestro país la cara de este modelo siniestro es Mauricio Macri y sus secuaces del partido Juntos por el Cambio, quienes acaban de perder la elección.

La ciudadanía se expresó con sus votos en las urnas y decidió quitarle su confianza al actual gobierno. Macri es el primer presidente en la historia de nuestro país en no lograr su reelección. Y eso no es una casualidad. Es consecuencia de sus políticas económicas y sociales. Que no sea reelecto es una decisión del electorado Argentino.

El 31 de agosto de 2019, la vicepresidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner, en la presentación de su libro “Sinceramente” en la ciudad de La Plata, expresó con contundencia y claridad: “Neoliberalismo, ¡nunca más!”

La elección (consciente o no) de la fórmula presidencial de Les Fernández, para ser los nuevos gobernantes, es la respuesta Argentina al Neoliberalismo hegemónico.

¿Será también la posibilidad de comenzar a producir un nuevo tipo de subjetividad?
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(1) “Capitalismo, crimen perfecto o emancipación”, Jorge Alemán. NED Ediciones. 2018.

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