martes 19 de marzo de 2024 - Edición Nº3650

Política | 24 jun 2020

Opinión

Colonización económica y cultural

El autor reflexiona sobre el liberalismo salvaje impuesto por la gestión de Mauricio Macri, de la mano de la meritocracia, la subordinación económica y el debilitamiento de la soberanía.


”Ninguna fortaleza es inexpugnable,
si logramos que penetre un mulo cargado de oro”

Filipo de Macedonia (382-336 a.C)

Liberalismo. Conjunto de ideas que defienden la primacía del individuo frente al Estado y la supresión de trabas a la actividad económica. Esto implica la transformación de todo en mercancía, bienes, el alimento, el trabajo, la salud, la educación, el conocimiento, algo que incluye al individuo, al que se considera una unidad económica mientras produzca. Al jubilado lo considera algo improductivo, un gasto que hace peligrar al sistema previsional. La institución Estado, según ellos, es un obstáculo a sus deseos, los derechos son aceptados en tanto y en cuanto beneficien solo a la empresa. La meritocracia considera a aquel individuo que es capaz de sobresalir en una actividad competitiva. Lo cual lo transforma en un sistema darwiniano, en dónde sobrevive el más apto y éste impone su voluntad al resto. Hoy se manifiesta como capitalismo salvaje. 

Soberanía. Es la autoridad en la que reside el poder político, que le permite resolver y adoptar conductas independientes, actuar por sí mismo. Para obtener soberanía verdadera es menester poseer independencia económica basada en la completa industrialización manufacturera del país. No es ventaja tener empresas extranjeras dominantes en producción y comercialización de industrias estratégicas. Aunque los empresarios solo entienden de ganancias personales, no les importa en absoluto la soberanía ni la industrialización de la Patria. Argentina debe ser, industrial-agropecuaria, técnica y científicamente competitiva, entonces será grande como deseamos.

Subordinación cultural. Test COVID-19 nacional. No es la primera vez que logros cientificotécnicos se hayan producido aquí. Enumeremos aviones, motores, acero, buques, armas, cohetes, satélites, reactores nucleares y un largo etcétera. Se los considera competencia para lo importado (motivo real) y hay desprecio manifiesto a lo estatal. Todo depende de las personas que administran. La notoria anglofilia de la dirigencia liberal de turno firmó los tratados con el RU desde 1825 hasta el gobierno de Mauricio Macri. Todos nos perjudicaban, nos sometían. La alianza entre los estancieros criollos y el gran capital británico siempre fue el principal impedimento para un desarrollo industrial de la Argentina. Agreguemos que Cambiemos firmó acuerdos que lesionan severamente el patrimonio nacional, en pesca, petróleo, minerales...

Ejercicio de la soberanía. Cuando YPF era 100 % estatal, el precio del combustible era uniforme en todo el país, la empresa lo proveía en cualquier lugar, mientras que las privadas, solo en los lugares de marcada rentabilidad. Aerolíneas Argentinas llegaba a cualquier parte, las aerolíneas privadas, solo a los lugares rentables. Sin olvidar que Macri otorgó ventajas a las low cost, sacándole destinos a AA. INVAP fue creada con el objetivo de producir tecnología propia. En el caso del Correo Estatal, siempre prestó servicios en todo el país, aun, en lugares en dónde se despachaban algunas cartas mensualmente. De ese modo mostraba la presencia del Estado soberano en los lugares más recónditos de la Patria. Los servicios privados no cumplen con esos destinos porque no son rentables. Queda demostrado en los renglones precedentes que no todo es siempre dinero, cosa que los liberales de hecho, buscan. La educación, la ciencia y tecnología, la salud pública, la defensa nacional y la seguridad interior, son inversiones para lograr el bienestar de la ciudadanía. Para los liberales es nada más que gasto, no hay ciudadanos, sino consumidores. ¿Ud. ve la diferencia de concepto?

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias