martes 19 de marzo de 2024 - Edición Nº3650

Política | 26 oct 2020

Extensa misiva

“El problema de la economía bimonetaria es de imposible solución sin un acuerdo de todos los sectores”

La vicepresidenta se pronunció horas antes de que este martes se cumplan diez años del fallecimiento de Néstor Kirchner. Defendió enfáticamente a Alberto Fernández y abordó las complejidades del frente cambiario.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (ANDigital) La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner difundió una carta horas antes de que este martes se cumplan diez años del fallecimiento de Néstor Kirchner y aprovechó para refutar las acusaciones sobre su injerencia en las decisiones del presidente Alberto Fernández, en el Poder Judicial y fijó su posición sobre a los vaivenes en torno a la política cambiaria.

Luego de confirmar que no participará de los distintos homenajes al expresidente que se realizarán este martes, día en el que también se cumple un año del triunfo electoral del Frente de Todos en 2019, Cristina Fernández de Kirchner redactó una extensa misiva en la que hizo hincapié en tres certezas.

En primer término, afirmó que “el freno a la economía y la incertidumbre generalizada sobre qué va a pasar con nuestra vida son agobiantes”, y dejó en claro que a raíz de la pandemia, “es permanente ensayo y error, o mejor dicho: brote, contagio y volver otra vez para atrás”

La vicepresidenta fue lapidaria con lo que tituló el “derrumbe macrista”, al poner de relieve que en los cuatro años de gestión de Cambiemos “se volvió a endeudar al país a límites insostenibles, con el retorno del FMI a la Argentina que le sumó a la deuda de los privados 44 mil millones de dólares más”.

Retomando nuevamente su análisis sobre el impacto de la pandemia, sostuvo que el país afronta “una pandemia incontrolable que no tendrá cauce -como lo comprobamos a diario en todo el planeta- hasta el surgimiento de una vacuna o de un tratamiento”.

Párrafo siguiente, defendió las medidas adoptadas por el presidente Alberto Fernández y salió al cruce de los embates mediáticos contra la primera magistratura. “En este marco de derrumbe macrista más pandemia, quienes idearon, impulsaron y apoyaron aquellas políticas, hoy maltratan a un Presidente que, más allá de funcionarios o funcionarias que no funcionan y más allá de aciertos o desaciertos, no tiene ninguno de los ‘defectos’ que me atribuían y que según no pocos, eran los problemas centrales de mi gestión”, apuntó.

Y advirtió: “Castigan al Presidente como si tuviera las mismas formas que tanto me criticaron durante años. A esta altura ya resulta inocultable que, en realidad, el problema nunca fueron las formas. En realidad, lo que no aceptan es que el peronismo volvió al gobierno y que la apuesta política y mediática de un gobierno de empresarios con Mauricio Macri a la cabeza, fracasó .Debo reconocer que son poco creativos. El relato del “Presidente títere” lo utilizaron con Néstor respecto de Duhalde, conmigo respecto de Néstor y, ahora, con Alberto respecto de mí”.

“Si algo tengo claro es que el sistema de decisión en el Poder Ejecutivo hace imposible que no sea el Presidente el que tome las decisiones de gobierno. Es el que saca, pone o mantiene funcionarios. Es el que fija las políticas públicas”, remarcó, y subrayó: “En la Argentina el que decide es el Presidente. Puede gustarte o no lo que decida, pero el que decide es él. Que nadie te quiera convencer de lo contrario. Si alguien intentara hacerlo, preguntale qué intereses lo o la mueven”.

En otro orden, la exjefa de Estado arremetió contra los cuestionamientos sobre la supuesta intromisión del Gobierno en la Justicia. “Lo único que queremos es el correcto funcionamiento de las instituciones y que se garantice la aplicación de la Constitución Nacional y la ley a todos y todas por igual, sin doble vara ni privilegios”, puntualizó.

La titular del Senado también dedicó parte carta a la cuestión cambiaria y la situación del dólar, al reconocer que el país todavía enfrenta restricciones en materia de acceso a las divisas. “Hoy, luego del derrumbe macrista y en plena pandemia, y pese a no tener obligaciones de pago en moneda extranjera en lo inmediato gracias a la reestructuración de deuda llevada a cabo por el Gobierno, con superávit comercial y mayor nivel de reservas en el BCRA que cuando terminó mi gestión, continuamos con la restricción externa de esa moneda -o faltan dólares o hay demasiada demanda- a la que se suma una más que evidente extorsión devaluatoria”, admitió.

Y fue más allá el sostener que “Argentina es el único país con una economía bimonetaria: se utiliza el peso argentino que el país emite para las transacciones cotidianas y el dólar estadounidense que el país -obviamente- no emite, como moneda de ahorro y para determinadas transacciones como las que tienen lugar en el mercado inmobiliario”.

“Tampoco es una cuestión de clase: los dólares los compran tanto trabajadores para ahorrar o para hacer una diferencia que mejore el salario, como empresarios para pagar las importaciones necesarias para hacer funcionar su empresa, para ahorrar y también, bueno es decirlo, para fugar formando activos financieros en el exterior, siendo esta última actitud una de las que más han contribuido a las crisis cíclicas de la Argentina”, expresó.

Por último, y con cierta ironía, deslizó que “Argentina es ese extraño lugar en donde mueren todas las teorías”, y sentenció: “Por eso, el problema de la economía bimonetaria que es, sin dudas, el más grave que tiene nuestro país, es de imposible solución sin un acuerdo que abarque al conjunto de los sectores políticos, económicos, mediáticos y sociales de la República Argentina. Nos guste o no nos guste, esa es la realidad y con ella se puede hacer cualquier cosa menos ignorarla”. (ANDigital)

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