viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº3688

Economía | 3 feb 2023

Entrevista

“El panorama de las PyMEs es de incertidumbre”

El licenciado en Comercio Exterior y despachante de Aduana, Nicolás Carbajal, habló con ANDigital sobre los obstáculos que afrontan las empresas para importar. También se refirió a las dificultades para obtener financiamiento y “la falta de reglas claras”. Escepticismo respecto a la baja inflacionaria y las expectativas económicas: “Hablar de crecimiento para 2023 sería mentir”.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (ANDigital) El licenciado en Comercio Exterior y despachante de Aduana, Nicolás Carbajal, dialogó con ANDigital sobre la compleja situación que afrontan la mayoría de las empresas que aducen dificultades para importar y el impacto inflacionario en las expectativas de crecimiento.

Una encuesta reciente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios arrojó que la mayoría de las empresas admite trabas para importar. Sobre este ítem, Carbajal consideró que “los principales obstáculos que se presentan al momento de importar son la dificultad de acceso al mercado de cambio, es decir, la capacidad de las empresas de obtener dólares”.

“En segundo lugar pero no menos importante, es la obtención de la SIRA (licencia de importación), que no están siendo autorizadas por la Secretaría de Comercio”, puntualizó.

Al momento de importar, el primer filtro para una empresa es la Capacidad Económico Financiera (CEF). “Un algoritmo de cálculo del cual nadie sabe cómo se calcula y arroja un importe en pesos por el cual un importador puede solicitar una SIRA”, señaló el especialista en ventas internacionales.

Respecto a la SIRA, indicó que el nivel de aprobación sobre la totalidad de las presentaciones ronda el 25 %. El siguiente paso está representado por los pagos al exterior una vez aprobada la SIRA.

“El Banco Central interviene informando el plazo de pago al exterior, el cual ronda los 60 a 180 días desde el arribo de la mercadería a la Argentina. Generalmente se toman 30 días de producción más otros 60 días en el caso de los tránsitos marítimos, y a eso hay que sumarle los 60 a 180 días que informa el BCRA. Esta situación saca del mercado a las PyMEs que no pueden conseguir financiamiento con los bancos ni con sus proveedores”, sintetizó Carbajal, quien además es director de Free Customs, un servicio integral de comercio exterior.

“Panorama desalentador”

En medio de la incertidumbre que genera el contexto económico, aclaró que “imaginar una situación más grave es complicado, dado que los niveles de importación están muy bajos y, si empeorara la situación, ya estaríamos hablando de desabastecimiento, aunque en algunos rubros ya está sucediendo”.

“En general las PyMEs trabajan con stock de sus insumos, por eso hasta hoy la gran mayoría pudo hacer frente a sus obligaciones. Pero ese stock fue utilizado durante estos últimos 3 meses, y muchas empresas ya los utilizaron. Ahora llegaron a situaciones de parate en sus líneas de producción. El panorama es desalentador y no hay signos de que se pueda corregir a la brevedad”, describió.

En este sentido, se refirió al anuncio realizado sobre el comercio con Brasil, donde el Banco Central será garante por las operaciones realizadas con el país vecino y se pondría en práctica en los próximos 60 a 90 días. “Quizás algunas empresas no puedan esperar tanto tiempo y deban bajar sus cortinas”, alertó.

Desigualdad en el financiamiento

En otro pasaje de la entrevista con este medio, Carbajal habló de las dificultades que afrontan las empresas para financiarse. “El financiamiento es para pocos. La gran mayoría de las PyMEs no acceden a financiarse ni con los propios bancos locales ni con sus proveedores del exterior. Esta situación genera desigualdad, ya que las grandes empresas o multinacionales pueden sacar ventaja en este punto y tomar posiciones dominantes en el mercado. Pero no solo las PyMEs tienen problemas, algunas grandes empresas de capitales nacionales también están teniendo serios inconvenientes”, analizó.

Consultado sobre el panorama de las PyMEs en el contexto económico, habló de una situación de “incertidumbre”, y reflexionó: “Cuando el principal motor económico del país, junto con el campo, siente que no tienen reglas claras de juego se frenan las inversiones, la contratación de personal y los que pueden hacen la plancha”.

“¿Qué significa? Se quedan esperando que en algún momento la política decida resolver los problemas que la política generó. No pueden importar, no hay acceso al crédito y no se crece. En este contexto es de esperar que en los próximos meses aumente la desocupación o la ocupación informal, dado que las empresas necesitan bajar sus costos en un acto de desesperación para evitar cerrar sus puertas en muchos casos”, planteó, con extrema preocupación.

Presión tributaria e inflación

La carga tributaria que deben afrontar las empresas y, por consiguiente, el impacto en la producción fue otro punto abordado por Carbajal. “Argentina es o debe ser el país con más presión tributaria del mundo. Si a esto le sumamos una alta inflación, tenemos un combo de distorsión de precios que afecta la producción en todos los sectores de la cadena de valor”, graficó.

En torno a ello, agregó: “Los empresarios trasladan sus costos a los precios y el resultado es que se vende menos. Siempre a mayor producción bajan los precios y hoy tenemos muchos sectores que por diferentes motivos comienzan a parar sus líneas de producción. Esto genera gastos que deben ser recuperados y los mismos se trasladan a los precios”.

Para finalizar, Carbajal se pronunció sobre la proyección económica y de crecimiento para 2023. “La expectativa no es buena. Lejos de resolverse el problema inflacionario, va a continuar y acrecentándose. Quizás se pueda controlar a un ritmo más normal, pero Argentina se acostumbró a vivir con inflación hace mucho tiempo y un país con alta inflación no puede desarrollarse bien en materia económica”, puso de relieve.

Y subrayó: “Hablar de crecimiento para el 2023 sería mentirle a las personas. Desde mi visión, estaría contento si terminamos el año con una recuperación de 1 punto del PBI sobre los muchos puntos que venimos perdiendo en los últimos años, incluso previo a la pandemia. Recordemos que el último año de crecimiento económico fue en 2017”. (ANDigital)

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