“Nunca más buitres”

CAPITAL FEDERAL (ANDigital) Numerosas organizaciones y referentes de la vida social y política argentina dieron a conocer el pronunciamiento “Nuca más buitres”, que llama a las autoridades argentinas –a la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner; al Congreso Nacional; al Poder Judicial– a “asumir sus responsabilidades para que el pueblo argentino, sobre la base del hambre, el ajuste y el mayor extractivismo, no siga siendo forzado a pagar lo que no debe”.

Entre las primeras firmas, se destacan las de Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas, Mirta Baravalle, Juan Yadhjián, Diálogo 2000-Jubileo Sur, Attac, Serpaj, el Programa de Deuda Ilegítima de la Federación Luterana Mundial y la Cátedra Libre de Deuda Pública Externa de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.

Frente a la embestida de los fondos buitre, y los reveses en los tribunales de los Estados Unidos, afirman que “el resultado no podía ser otro”, pues “fue el propio Estado argentino quien se ha venido sometiendo desde la dictadura a la fecha, atado de pies y manos, a las condiciones del capital trasnacional, renunciando a sus derechos soberanos, aceptando ser juzgado ante la Justicia de los propios acreedores y sosteniendo que no tenía opción al ‘honrar’ una deuda, probadamente, ilegítima e ilegal”.

“El panorama actual confirma que la deuda es ‘inmanejable’, señala el pronunciamiento. Desde 2003 a la fecha pagamos no menos de 173 mil millones de dólares. Pese a ello, hoy la deuda asciende a más de U$S 240 mil millones, cuando en 2002 era de U$S 144.212 millones – y hace apenas un año, de U$S 209 mil millones”.

Y prosiguen: “Las negociaciones con los fondos buitre aparentan seguir el mismo camino que los pagos inflados y secretos ya pactados con el Club de París, Repsol, los laudos del CIADI; todo con el fin de endeudarnos más”.

Además, enfatizan el “tremendo costo para el pueblo argentino”, en términos de salud, educación, empleo y otros derechos fundamentales, y llaman a “romper con la lógica perversa del sistema de la deuda, repudiarla por ser una estafa y un instrumento de dominación y dependencia que nos ata a un modelo productivo depredador de la naturaleza y violador de los derechos humanos.”

Al respecto, Adolfo Pérez Esquivel subraya que “la única realidad es que todas las re-negociaciones de deuda realizadas desde 1983 a la fecha han fracasado rotundamente. Cada una de ellas se presentó como la solución final al problema de la deuda pero la terminaron agravando”. 

“Mientras no se enfrente de raíz el problema, asumiendo las consecuencias de la ilegalidad e ilegitimidad de esa deuda y anulando las leyes, tratados y acuerdos que siguen otorgando privilegios a los capitales trasnacionales, va continuar poniéndonos de rodillas como señaló el juez Jorge Ballesteros en el fallo que trasladó al Congreso nacional en julio de 2000. Es necesario que nuestros legisladores sacuden el cajón donde duerme el fallo Olmos desde hace 14 años, y actúen en consecuencia”, completó.

A su turno, Nora Cortiñas, refuerza el llamamiento al “Nunca más buitres”, aseverando que se precisa “suspender los pagos hasta tanto una Auditoria Participativa e Integral determine si hay tramos de la misma que puedan considerarse legales y legítimos”, sobre la base de lo ya probado en la causa “Olmos” y con el antecedente de la Auditoría realizada por Ecuador en 2007/08.

Además hay que “denunciar la institucionalidad de la impunidad que protege a los buitres -señala Nora-, incluyendo la prórroga de jurisdicción, los tratados y acuerdos de inversión y comercio y la pertenencia al CIADI. El Gobierno debiera asumir en la práctica que los derechos humanos tienen primacía por sobre cualquier acuerdo comercial de deuda”.

“Nuestro pueblo no sólo no es deudor sino que es acreedor de una justa y legítima deuda social que crece cada día y que debe ser pagada cuanto antes,” concluye el Pronunciamiento cuyos impulsores llaman además a organizar “un frente amplio contra el saqueo de la deuda y de los bienes comunes”, y a participar el miércoles, 16 de julio, en la jornada de lucha que convoca la CTA y la multisectorial, por el pago de la deuda social al único acreedor legítimo: el pueblo argentino. (ANDigital)