jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº3659

El Fierro | 9 abr 2015

Opinión - La Hora Política

El paro cambió el escenario político

La huelga y los piquetes conmovieron el tablero político. Abrieron el camino para seguir la lucha y avanzar con el Frente Popular. La semana política por Ricardo Fierro.


Un parazo

El paro nacional del 31/3 fue un gigantesco pronunciamiento del movimiento obrero y popular contra las políticas de ajuste. El mayor paro y el más contundente del ciclo kirchnerista. Expresó la bronca de que nos mientan que estamos bien, nos roban el salario, nos ponen techos en las paritarias por debajo de la inflación, jubilaciones y planes sociales de hambre, entrega de las riquezas nacionales, corrupción, soberbia e inseguridad K.

Se terminó la disciplina de una parte de la CGT oficial que la presidenta consideraba como propia. La presión desde abajo en los gremios que carnerearon el paro fue muy fuerte, y en muchos casos fueron desbordados por sus sindicatos locales y los cuerpos de delegados que se plegaron al paro. También fueron desbordados sindicatos kirchneristas como el del subte, cuya dirección se dice “combativa” pero en los hechos carnereó. El paro creó muy buenas condiciones para la lucha de las paritarias.

Se volvió a reconstruir la unidad que ya se había expresado en los paros anteriores, y se amplió esa unidad. La iniciativa del paro surgió de los 22 gremios de la Confederación del Transporte, que están en las 4 centrales de trabajadores, y confluyeron con las CGT de Moyano y Barrionuevo, la Bancaria y otros gremios, y la multisectorial que integra la CTA, la CCC, Barrios de Pie, Federación Agraria, la Federación Nacional Campesina, el Movimiento de Originarios en Lucha y la FUA. A esa convocatoria se sumaron trabajadores estatales y de numerosas empresas y sindicatos que están en las CGT de Caló y la CTA de Yasky.

Fuerzas combativas de la izquierda y el peronismo, con una fuerte presencia de la CCC, y organizaciones de los desocupados y los jubilados, se hicieron oír con sus movilizaciones y piquetes, que en varios conurbanos bloquearon los accesos de las grandes ciudades.

La clase obrera impuso su agenda

El paro provocó un cambio en el escenario político y electoral. Los trabajadores y el pueblo zapatearon un malambo y le cambiaron la música al baile. El paro puso a la clase obrera en el centro de la política nacional, e impuso en la agenda política los reclamos de los trabajadores y el pueblo. Todos tuvieron que hablar de lo que no hablaban.

El discurso de la presidenta el día del paro volvió a demostrar que no escucha. Habló con bronca calificando de peores que los oligarcas a millones de argentinos que paralizaron el país, lo que demuestra que sintió el castigo. También lo demostró Máximo Kirchner: tuvo que salir a dar la cara por sus millones de dólares en el extranjero, y anunciar que va a ser candidato, es decir, que también él va a buscar fueros que le den impunidad frente a la avalancha de juicios por corrupción que envuelven a la familia presidencial y sus testaferros.

Ante el discurso de la presidenta, ya hay conversaciones para ir a un nuevo paro, de 36 horas con concentración en Plaza de Mayo. El gobierno, preocupado, ya inició conversaciones con sectores sindicales para tratar de desactivar la continuidad de la lucha.

El paro fue también una advertencia a esa oposición que considera que la única forma de salir de esta Argentina con una inflación galopante y una economía frenada, es con más ajuste mediante la devaluación del peso, que no es otra cosa que un nuevo hachazo al valor del dinero en los bolsillos del pueblo.

Si Macri creyó que con la sillita de oro de la UCR iba directo a la Casa Rosada, y si él y Massa creían que con anuncios demagógicos iban a ocultar que los equipos que arman sus planes están integrados por cuanto ministro o funcionario ajustador hubo en los gobiernos pasados, ya no se deben sentir tan seguros.

La desmalvinización K

El paro se hizo en la semana que se recuerda cuando la “hermanita perdida”, Malvinas, volvió a casa. La presidenta hizo un acto sin los veteranos de esa guerra; se encerró con el coro de aplaudidores que lleva en avión a sus actos de campaña electoral. Habla y habla, pero mantiene vigentes los tratados de desmalvinización y sumisión nacional firmados por Menem. Y mientras Cristina K habla y habla, Inglaterra realizó nuevas usurpaciones colonizando aguas argentinas en una extensión mayor a la del territorio continental de nuestro país; designó como “Territorios de la reina” a la mayor parte del Sector Antártico Argentino; desplazó sus 10 submarinos atómicos al Atlántico Sur, realizó maniobras militares provocativas y reforzó su base militar con misiles, aviones, barcos y tropas. La presidenta habla y habla, pero sigue sin tocar un solo centavo de los capitales ingleses en la Argentina.

Lo que sí ha hecho la presidenta, fue permitir la instalación de la base militar china en Neuquén (con cláusulas secretas en los que la Argentina renuncia a cualquier tipo de control o inspección de esa base militar) y además, le entregó a la marina rusa el dispositivo antártico argentino. Con esos dos hechos, el gobierno K ha llevado a la impotencia la defensa nacional, ha incorporado a la Argentina como parte del dispositivo estratégico de esos dos imperialismos que rivalizan con otras potencias por la hegemonía en la región, lo que traerá al pueblo argentino consecuencias imprevisibles, como cuando Menem firmó la alianza extra OTAN, mandó un barco a la Guerra del Golfo contra Irak, y luego el país fue sacudido por los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA.

Estos hechos de sumisión nacional K han sido denunciados en documentos que llevan la firma de numerosos veteranos de Malvinas y otras personalidades, y en actos patrióticos el 2 de abril en los que se convocó a retomar la línea histórica de los patriotas de Mayo de 1810: Ni amo viejo ni amo nuevo, ningún amo; y de la Declaración de la Independencia de 1816: Libres de toda dominación extranjera.

Paro nacional y frente popular

El paro nacional del 31/3 ensanchó el camino para llevar el Frente Popular a las masas, con propuestas concretas para enfrentar el ajuste y la entrega K, con propuestas para acabar con la inflación, para que haya trabajo, salud, educación y vivienda para todos, para que no se sigan entregando las riquezas nacionales, para aplastar la corrupción, la inseguridad, y las redes de esclavización de la trata de personas y el narcotráfico.

Llegar con la personería del PTP en los distritos que aún faltan, sigue siendo un gran instrumento para activar la campaña política del Frente Popular, con iniciativas exitosas como la de las 500 plazas en todo el país.

La primera boya siguen siendo las elecciones provinciales anticipadas, al mismo tiempo que siguen las negociaciones en muchos lugares para constituir los frentes para las PASO nacionales (que van a ser, en los hechos, como una primera vuelta), definiendo en gran medida, el escenario electoral.

Llevar a los trabajadores y el pueblo el debate sobre la necesidad de la continuidad de la confluencia en la lucha con un nuevo paro nacional, que sea activo, de 36 horas y multisectorial; fortalecer al PTP y el Frente Popular, es el camino para preparar a las masas y a las fuerzas populares y antiimperialistas para una Argentina sometida a una feroz disputa por definir el rumbo de los próximos años.-

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