jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº3659

El Fierro | 27 oct 2015

Opinión - La hora política

Duro golpe al gobierno K

El profundo descontento popular sacudió el escenario electoral. Scioli y Macri vienen para más ajuste y más entrega. Se abre una situación de inestabilidad y turbulencias que exige unidad para la lucha y fortalecer el Frente Popular. La semana política por Ricardo Fierro.


Una gran derrota del gobierno K

Las elecciones del domingo 25/10 han sido una gran derrota para el gobierno de Cristina Kirchner y el Frente para la Victoria; fueron un golpe muy serio a su plan de ganar en la primera vuelta, o quedar a pocos votos de ganar en la segunda. ¿Qué fue lo que pasó que sorprendió a todos los encuestadores?

El domingo pasado 2.717.802 personas que no habían ido a votar en las PASO, más una parte de los que habían votado en blanco y nulo (y más una parte de los que habían votado a la Alianza Progresistas), el 25/10 votaron por alguno de los tres presidenciables. Esos votos se repartieron así: Scioli aumentó solo 281.469, Macri creció 1.591.332, y Massa sumó 573.300. A esos que no lo votaron en las PASO y sí el domingo, se refería Macri, cuando agradeció “a los que me votaron pero no comparten mis ideas”.

Ese vuelco hacia Macri dejó malparado a Scioli: va a la segunda vuelta con apenas un 2,5% más que Macri, perdió la gobernación de su provincia, no solo por los votos del interior sino que cayeron varios de los “barones” del Conurbano. El Frente para la Victoria perdió las gobernaciones de Jujuy y Chubut. Además, perdió 26 diputados nacionales (quedó con 117), ya no tiene quórum propio para funcionar cuando quiera, y los bloques de la UCR/CC, PRO, PJ no K, aumentaron 38 (suman 127).

La derrota política del kirchnerismo demuestra el profundo descontento popular con la política del gobierno de Cristina K. Macri fue el instrumento del voto castigo contra esa política de muchos que van viviendo que su situación empeora, o perciben que el país va mal, las del “ni una más” con los femicidios, los hartos de la soberbia, el narcotráfico, la inseguridad y sienten que hay que cambiar.

A ese descontento se sumó el corte de boletas a favor de María Eugenia Vidal y en contra de Aníbal Fernández. Un amplio sector, en el que jugó la iglesia, peleó para impedir que los narcos se adueñen del gobierno de Buenos Aires: la droga es una lacra que está en el centro de la preocupación en los barrios. Además, Sabbatella es rechazado por el peronismo bonaerense.

Fue Cristina K la que puso a Scioli de candidato presidencial, la que le impuso de vice a Zannini, como “comisario político”, la que le garantizó el triunfo en la interna bonaerense a Aníbal Fernández, con el correo manejado por La Cámpora, que no repartió hasta el mediodía de la votación las boletas de Julián Domínguez, el rival de Aníbal en las PASO. Por eso el resultado electoral es un muy duro golpe político a Cristina Kirchner y su gobierno.

Gran cambio en el escenario político

El resultado electoral sacudió el tablero político. Lo principal de la sorpresa (que hizo fracasar a todas las encuestas) fue el malhumor de los de abajo con el gobierno K, usando el voto útil o el voto castigo. Hubo advertencias de lo que podía pasar. La más importante fue el 30 Encuentro Nacional de Mujeres. El gobierno K quiso coparlo, no pudo; buscó “embolsarlo” y tampoco pudo. ¿Qué lo hizo fracasar? Se topó con el descontento de decenas de miles de encuentreras con la política K y su rechazo a que el gobierno manipule sus Encuentros. En ese debate y defensa de los Encuentros jugaron un gran papel miles de mujeres clasistas, petepistas y comunistas revolucionarias. Los Encuentros siempre anticipan el estado de ánimo popular.

La otra situación que quedó en evidencia es la disputa entre los de arriba. Ahora, el porrazo del gobierno K alienta a sus rivales en el bloque dominante. Es la primera vez que se va a una segunda vuelta en una elección presidencial, hay incertidumbre sobre su resultado.

Esta incertidumbre sobre el futuro político se da en una situación social y económica en la que Cristina deja una pesada herencia: crece la pobreza que ya castiga al 30% del pueblo, aumenta la desocupación (se estima que ya suman el 11% los desocupados que buscan y los que ya ni buscan trabajos que no encuentran, en gran medida jóvenes), situación de emergencia ante los femicidios y la violencia contra las mujeres, recesión en la industria, crisis en las economías regionales, crisis energética, finanzas vaciadas; narcotráfico, inseguridad y corrupción en alza.

El resultado de las elecciones puso en evidencia síntomas que, de desarrollarse, podrían llevar a una crisis política. La caldera de abajo, y la pelea por arriba, crean una situación de gran inestabilidad y de turbulencias. En esa situación, los planes de los dos candidatos que pasaron a la segunda vuelta, parten de ajustar y devaluar; el “matiz” es si van a hacerlo de golpe o gradual. Los dos vienen para hacer lo contrario de lo que prometieron. Por eso “les preocupa la gobernabilidad”, lo que quiere decir, hasta dónde “aguantarán” el ajuste los trabajadores, los campesinos, las mujeres, los jóvenes, y los demás sectores populares.

Además, el resultado electoral abrió la disputa por la dirección del peronismo. También en el movimiento obrero: ¿la CGT se va a reunificar contra el nuevo ajuste y la devaluación, o se juntará para garantizar la gobernabilidad del que gane?

Más dependencia y más latifundio

Scioli y Macri afirman que van a traer dólares para financiar “el desarrollo y la equidad”. Ya conversan con la usura imperialista, que les dijo que, para recibir préstamos, tienen que arreglar con los buitres, cumplir con los pagos al Ciadi, al Club de París, el préstamo de China, etc. Es decir, nos van a prestar para que les paguemos deudas ilegítimas sin investigarlas. Pero Scioli y Macri nos quieren convencer de que los imperialistas son buenos, y nos van a prestar dólares para que los argentinos seamos felices. Cada préstamo está atado a la entrega de los recursos o la soberanía nacional. Por eso, los dos presidenciables no hablan de los contratos y préstamos leoninos con China, ni de Malvinas y la base militar inglesa, ni de la base militar china. Tampoco hablan de otro costado de la herencia de Cristina: un Ejército sin balas, una Fuerza Aérea sin aviones y una Marina sin barcos ni submarinos: se siguen cumpliendo a rajatabla los acuerdos firmados por Menem con Inglaterra de desarme de la Argentina.

Tampoco dijeron nada, Scioli y Macri del cáncer del latifundio terrateniente y la extranjerización de la tierra: los Soros, los Benetton y los grandes pules se adueñan de la tierra, mientras la pequeña y mediana producción campesina, fuente de trabajo, producción y soberanía territorial, está en una crisis terminal.

El desarrollismo berreta de Scioli y el desarrollismo tecnocrático de Macri, como ya pasó con el neodesarrollismo kirchnerista, son fuente de más dependencia y más latifundio; más sufrimientos para el pueblo y más pérdida de soberanía nacional.

La lucha y el voto

El descontento de los de abajo y la pelea entre los de arriba crean un escenario favorable, de muy buenas condiciones para que el pueblo avance en la lucha social y política.

En las condiciones políticas actuales, para grandes masas, el voto solo alcanza para castigar al que sienten que provoca sus sufrimientos con lo que tienen a mano. Por eso, el gran desafío político, es instalar el Frente Popular, y fortalecerlo, en todo el país. Lo que exige persistir en el esfuerzo de unir la lucha social con la lucha política en la batalla de cada día, y ver que cada trabajador, campesino, joven o mujer, que se rebela contra la injusticia, quiere y necesita y puede ser un luchador social y político.

El Frente Popular, y los frentes provinciales en los que participan el PTP y el PCR, con un gran esfuerzo de sus militantes y amigos, han presentado sus listas en varias provincias y localidades. Los resultados logrados fueron: Buenos Aires: 7,76% en Ayacucho, 4,09% en Capitán Sarmiento, 2,37% en Coronel Rosales y 1,32% en Punta Indio; Entre Ríos: 2,57% a gobernador, 2,09% en senadores y 2,62% a diputados; Jujuy: 0,37% a gobernador, 0,52% en San Salvador, 0,93% en Libertador, y 0,55% en San Pedro; La Pampa: 0,56% a gobernador y 0,63% a diputados; San Juan: 1,70% a gobernador, 8,26% en Jáchal, donde se desarrolla un gran movimiento de lucha, 2,19% en la Capital, 7,95% en Albardón.

El Frente Popular, a pulmón, con la voluntad y el sacrificio de cada uno de sus militantes, sus amigos, sus votantes, sigue peleando su instalación y su fortalecimiento en cada una de las elecciones en las que participa. Sobre la base de ese esfuerzo, el PTP y el PCR, en los lugares que no hubo candidatos, y a presidente y vice, impulsamos el voto en blanco o nulo. Denunciamos la legislación electoral proscriptiva y elitista, como las PASO, y trabajamos para acumular fuerzas para derrotar a esa legislación reaccionaria en cada lugar.

Para la segunda vuelta, el 22/11, el PTP y el PCR han decidido llevar a la discusión en el Frente Popular, la propuesta de voto en blanco o nulo. Un voto de denuncia de los dos candidatos del sistema, de sus planes de ajuste y devaluación. Un voto para preparar para la continuidad de la lucha a los trabajadores, los campesinos, la juventud y las mujeres, y demás sectores populares. Un voto para seguir instalando y fortaleciendo el Frente Popular, y para abrir en las masas el debate sobre la legislación política proscriptiva, y los mecanismos de fraude, que traban la expresión democrática del pueblo.

Para ese camino de lucha social y política, es fundamental seguir la pelea por la personería del PTP en todas las provincias que aún no llegamos, con el aliento de la personería conquistada por los compañeros de la Capital Federal. Cada personería conquistada es un triunfo político para el pueblo y una derrota de los enemigos del pueblo. La inauguración de locales, y las iniciativas políticas para visitar y abrir la participación de los afiliados a la vida política del PTP, son avances que fortalecen al PTP y al Frente Popular. Y los avances de las fuerzas combativas, clasistas y el PCR, en fábricas y gremios, el extraordinario Encuentro Nacional de Mujeres, entre otros hechos, muestran que la situación es muy buena para acumular fuerzas para el camino de la segunda y definitiva independencia.-

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