

Las empresas pueden desarrollar productos más personalizados, adaptando los alimentos a las preferencias individuales, restricciones dietéticas y necesidades específicas de cada persona, brindando una experiencia única y satisfactoria.
Por Margarita Fakih (*)
En la búsqueda constante por satisfacer las necesidades cambiantes de los consumidores y abordar desafíos como la sostenibilidad y la salud, la industria alimentaria ha recurrido al poder del análisis de grandes volúmenes de datos para impulsar el desarrollo de nuevos productos.
Desde la personalización de las preferencias individuales hasta la creación de alimentos más nutritivos y sostenibles, el Big Data está abriendo un mundo de posibilidades.
Permite a las empresas de alimentos comprender mejor a sus consumidores. Mediante el análisis de datos de hábitos de compra, preferencias alimentarias, tendencias de consumo y comentarios en redes sociales, las compañías pueden obtener información valiosa sobre las necesidades y deseos de los clientes.
Con el conocimiento detallado del consumidor, las empresas pueden desarrollar productos más personalizados. Se adaptan los alimentos a las preferencias individuales, restricciones dietéticas y necesidades nutricionales específicas de cada consumidor, brindando una experiencia única y satisfactoria.
La analítica de datos nutricionales es una herramienta poderosa en el desarrollo de alimentos más saludables y nutritivos. Mediante el análisis de la composición de los alimentos y la información nutricional, se identifican oportunidades para mejorar la calidad nutricional de sus productos y ofrecer opciones más saludables a los consumidores.
Las empresas también son capaces de detectar tendencias emergentes en el mercado, lo que les permite anticipar las cambiantes demandas de los consumidores y desarrollar productos innovadores que se ajusten con las últimas tendencias y preferencias del mercado.
Si hay un aumento en la demanda de alimentos veganos en las redes sociales, una empresa podría desarrollar productos en línea con esa tendencia. Del mismo modo, si un cliente compra productos sin gluten, la empresa adapta su oferta para incluir más opciones en su línea de productos. Además, a través del análisis de datos históricos, las empresas pueden prever la demanda estacional de alimentos, lo que les permite optimizar la producción y el suministro.
El Big Data también se utiliza para reconocer ineficiencias y cuellos de botella. Esto conduce a ajustes y mejoras para maximizar la productividad en la cadena de suministro y producción, reduciendo costos y mejorando la eficiencia operativa.
A través del seguimiento constante de niveles de inventario mediante sensores y sistemas de monitoreo, se pueden anticipar necesidades y evitar excesos o escasez de materias primas. Así, una empresa láctea puede usar sensores para rastrear la disponibilidad de leche y ajustar la producción según la demanda.
El análisis de datos también identifica patrones de desperdicio en la cadena de suministro y producción, permitiendo medidas que minimizan el desperdicio y maximizan la utilización de recursos.
La optimización de rutas de entrega, basada en datos de tráfico y condiciones climáticas en tiempo real, reduce el tiempo y los costos de transporte. Esta estrategia es especialmente valiosa en la distribución de alimentos perecederos.
Una de las áreas más emocionantes del desarrollo de nuevos productos alimenticios mediante el Big Data es la innovación nutricional y la sostenibilidad. Por ejemplo, se pueden desarrollar alimentos enriquecidos con nutrientes específicos para abordar deficiencias comunes en la dieta de ciertas poblaciones.
La sostenibilidad se ha convertido en una preocupación creciente para la industria alimentaria y Big Data permite rastrear y evaluar el impacto ambiental de productos y procesos de producción. Mediante el uso de datos sobre huellas de carbono, consumo de agua y otros indicadores ambientales, se pueden tomar decisiones más informadas para reducir el impacto ambiental y desarrollar alimentos más sostenibles.
Si bien el Big Data ofrece un mundo de posibilidades en el desarrollo de nuevos productos alimenticios, también plantea desafíos y cuestiones éticas que deben abordarse adecuadamente. La privacidad de los datos del consumidor es una preocupación importante, y las empresas deben asegurarse de que la recopilación y el uso de datos se realicen de manera ética y transparente, respetando la privacidad y los derechos de los consumidores.
La calidad y precisión de los datos son fundamentales para la toma de decisiones informadas. Es esencial garantizar que los datos utilizados en el desarrollo de nuevos productos sean confiables y representativos de la población objetivo, para evitar sesgos y resultados engañosos.
(*) Product manager con experiencia en el desarrollo y lanzamiento de nuevos productos digitales usando planeación estratégica, design thinking, y metodologías ágiles | Business Intelligence, movilidad y eCommerce | Coach certificada por el Institute of Integrative Nutrition (IIN),
y experiencia en el lanzamiento de productos alimenticios en América Latina.