viernes 29 de marzo de 2024 - Edición Nº3660

Interés general | 1 abr 2021

Dos kilos anuales per cápita

Los argentinos y el chocolote, radiografía de un metejón

Cuando se trata de este producto, casi tres cuartas partes de los consumidores locales privilegian el sabor por sobre el precio, el porcentaje de cacao y el tamaño de la porción. El índice se eleva a la hora de ratificar la afición por lo tradicional, aunque lo exótico va ganando su lugar.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (ANDigital) Cuando el almanaque marca la proximidad de Semana Santa, aumenta la atracción al chocolate. Nos llama de todas las formas posibles: en forma de huevos, de conejos u otros formatos.

El chocolate puebla las vitrinas de las confiterías, abarrota las góndolas de los supermercados y se luce en los escaparates de las tiendas de delicatesen.

Esta ligazón está avalada por los números: los últimos datos oficiales disponibles señalan que en nuestro país se estima un consumo per cápita de chocolate cercano a los 2 kilos al año.

Además, según estadísticas, el domingo de Pascuas es en nuestro país uno de los dos días del año en el que se consume más chocolate, el otro es la Navidad. Los argentinos somos, a su vez, los que más chocolate consumimos en la región. Estamos, sin embargo, lejos de lo que consumen los principales países europeos. El ranking lo lidera Suiza, con 9 kilos per cápita al año; seguido por Bélgica, Reino Unido, Suecia, Países Bajos, y Francia.

En la Argentina, así como en otros países del mundo, el consumo de chocolate se incrementó sensiblemente durante la pandemia. Las etapas del aislamiento más estricto estimularon en la gente el acto de cocinar en casa, donde la repostería fue la reina, entre otras cosas porque, entre las distintas actividades culinarias, es una de las que más se presta para que participe toda la familia.

Tanto en nuestro país como a nivel internacional, el consumo casero de chocolate permitió compensar, durante la cuarentena, la imposibilidad de adquirirlo en aeropuertos, espectáculos y eventos, tiendas de delicatesen y comercios de cercanía, ya que estuvieron cerrados.

Por otro lado, el hecho de que las personas hayan estado más tiempo en casa, generaba la necesidad de darse un gustito dulce con el chocolate, para relajarse y bajar la ansiedad.

¿Cómo se prefiere el chocolate hoy?

Aunque ofrecer chocolate en Pascua es una tradición antigua, sus formas de consumo han evolucionado con el tiempo en función de distintos factores. Pero algo no ha cambiado: en materia de chocolate, sigue mandando el sabor por sobre cualquier otra consideración.

Según surge del capítulo local de “Taste Tomorrow”, la encuesta de consumidores de panadería, pastelería y chocolate más grande del mundo, realizada por Puratos a 17.500 consumidores en 40 países, el 73 % de los argentinos privilegia el sabor por sobre el precio, el porcentaje de cacao y el tamaño de la porción cuando se trata de chocolate.

De la última edición del sondeo se extrae, entre otras cosas, que el 80 % los consumidores argentinos de chocolate prefiere los sabores tradicionales, aunque un 58 % incluyó entre sus preferencias la posibilidad de encontrar sabores inusuales y exóticos -por ejemplo, combinaciones con naranja, con semillas de cilantro, con distintos picantes, tomate y hasta cerveza- cuando selecciona el producto que va a comprar.

La sección argentina involucró a más de 400 consumidores, quienes dejaron establecidos otros datos fundamentales sobre el consumo de chocolate en el país.

El relevamiento demostró que los argentinos tienen una aguda percepción de los ingredientes con los que se elaboran los productos de chocolate y manifestaron una preferencia armónica entre lo sabroso y lo sano.

Así, consideraron que la presencia de cacao, nueces, relleno de frutas, semillas y fibras otorgan sabor con una cuota saludable a los productos de chocolate y que los convierte en súper alimentos.
Los argentinos también mostraron ser propensos a asociar la alimentación con el estilo de vida y exhiben una particular preocupación por la dimensión ética presente en la producción y comercialización de los productos de chocolate.

En este contexto, es interesante conocer sobre “Cacao-Trace”, la iniciativa sustentable de Puratos Group, que realiza una trazabilidad exacta desde el cultivo hasta la barra de chocolate, asegurando un pago justo y por ende una mejora en la vida de los agricultores.

Leyenda

La estrecha relación entre las Pascuas y la costumbre de regalar huevos y chocolate es prácticamente universal y se remonta a tiempos ancestrales.

Según la Iglesia católica, la costumbre del regalo tiene su inicio en el siglo IV. Por aquel entonces, la religión no aconsejaba el consumo de huevos durante la Cuaresma. Como solución a la abundancia de los huevos no consumidos y al considerar un pecado tirarlos, se regalaban el Domingo de Resurrección, primer día en el que se podían volver a comer.

Otras teorías, en cambio, afirman que la historia de los huevos nada tiene que ver con el catolicismo, sino que se remonta a la época egipcia, cuatro mil años atrás. Esta versión sostiene que su origen proviene de la mitología egipcia, con la historia del ave Fénix. Las distintas leyendas tienen como punto en común que el huevo y el conejo de Pascua están relacionados con la fertilidad.

Los huevos de chocolate, sin embargo, son una innovación relativamente reciente. Arrancó a principios del siglo XIX en Francia y Alemania. Pero se trataba de huevos macizos, ya que la técnica para hacerlos huecos no estaba desarrollada. Cada huevo era decorado con más chocolate o con flores de azúcar.

La innovación tecnológica de los siglos XIX y XX perfeccionó la chocolatería y la repostería en general, y ello permitió que los huevos de pascua se puedan hacer de forma masiva y se vuelvan populares en todo el mundo. (ANDigital)

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