viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº3681

Interés general | 17 abr 2021

Insólito

La excusa de la vacunada VIP de 24 años: “Trabajo en un consultorio médico”

Se llama Antonella Belén Delmonte y se aplicó la primera dosis de la Sputnik V el 9 de abril pasado. Tras el revuelo que se armó la joven se sintió ofendida y dio explicaciones. Pase y lea.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (ANDigital) La Argentina volvió a indignarse el pasado martes cuando salió a la luz que una joven de 24 años de edad, llamada Antonella Belén Delmonte, había recibido el viernes 9 de abril la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus Sputnik V, cuando aún no recibió ninguna dosis todo el personal de salud, ni el de seguridad, ni los maestros, ni los adultos mayores, ni las personas con comorbilidades, pero ahora la joven hizo su descargo y mostró su indignación.

En tres imágenes posteadas en su cuenta de Instagram, Antonella –quien recibió la dosis en el Hospital Héroes de Malvinas, de Merlo– buscó explicar por qué a ella sí debía aplicársele la vacuna y no al resto de los esenciales y de la población de riesgo que aún no pudo acceder a la misma, incluso con amenazas a los medios que supuestamente la maltrataron.

“Mi nombre es Antonella Delmonte. Como todos sabrán tengo 24 años de edad. En los últimos días he sido víctima de una persecución en la que lo menos grave que se me dijo fue que había cometido un ilícito. Fueron muchas las personas que, por imprudencia, utilizaron fotos mías para dañar mi imagen e inventar una historia que no es cierta”, comenzó diciendo la joven.

Luego de agradecer “a los periodistas que se interesaron en conocer la verdad”, dijo que se la acusó de “haber saltado la fila” para obtener una vacuna contra el COVID-19 con “comentarios misóginos”, y explicó: “Trabajo en un consultorio médico para una profesional de la salud recepcionando al público. Para mantener mi trabajo se me indicó que debía recibir la vacuna contra el COVID”.

Reiterando que aún no se vacunó a todo el personal de salud, difícil sería que algún empleador –sea del rubro que fuera– solicitara a alguno de sus empleados que reciba la vacuna o pierda el trabajo, pero supongamos que eso fuera cierto.

Acto seguido, y mostrando las falencias de un sistema de inscripción que todo ciudadano bonaerense debe seguir para ser vacunado, dijo que “me inscribí para recibir la vacuna a través de la aplicación oficial de la provincia de Buenos Aires. Se me asignó un turno que indicaba día y lugar para aplicarme la vacuna. Concurrí al vacunatorio con un certificado expedido por mi empleadora que indicaba mi condición laboral y con la copia de mi contrato de trabajo”.

Tras decir que “eso es lo que ocurrió” y que a las pruebas “las voy a presentar a la Justicia en la medida en que me sean solicitadas”, arguyó que en los medios de comunicación “se construyó sobre mí una imagen que terminó manchando mi buen nombre y honor” lo que “dará origen a distintas acciones legales que por derecho me pudieran corresponder”.

Para finalizar, Antonella insistió: “NO engañé al sistema, NO tengo una pareja que trabaje en la política, NO le saqué la vacuna a nadie, NO cometí ningún delito; y me encuentro a entera disposición de la Justicia, pero no a disposición de la gente que le faltó el respeto a mi familia y a mí”.

El caso revela que la vacunación a personas que no son de riesgo ni esenciales continúa y que el sistema de inscripción presenta serias fallas, más allá del modo en que esta mujer de 24 años de edad haya conseguido su primera dosis. (ANDigital)

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