El sexo en tiempos de pandemia

CIUDAD DE BUENOS AIRES (ANDigital) La pandemia ha provocado un cambio total en nuestra forma de vida. El confinamiento de la población ha modificado de forma radical el modo en que nos relacionamos con los demás algo que, inevitablemente, también ha tenido consecuencias en la vida sexual de todas las personas.

Y es que son muchos los factores que han afectado de una forma u otra los hábitos sexuales de la población. Entre ellos:

---) El teletrabajo
---) La ausencia de intimidad dentro del hogar cuando se tienen hijos en casa
---) Las restricciones de movilidad a otras ciudades
---) El distanciamiento social entre parejas no convivientes
---) El miedo a contagiarse de la COVID-19
---) La paralización de la actividad en el sector adulto y SimpleEscorts, entre otros.

Por eso no es de extrañar que durante los próximos meses sigamos viendo un cambio de conducta en los hábitos sexuales a los que, hasta ahora, estábamos acostumbrados.

Nuevos hábitos sexuales

El impacto de la pandemia ha ocasionado un cambio en nuestro comportamiento sexual en todos los niveles aunque con diferentes consecuencias, que detallamos a continuación.

Mayor consumo de pornografía. Las visitas a páginas de contenido adulto se han incrementado de manera notable durante la pandemia. Al igual que ha ocurrido con las páginas de contacto como escorts Capital Federal o apps de citas para ligar online.

Diferencias entre parejas. En esta ocasión, las relaciones sexuales se han visto afectadas de diferente forma según la experiencia vivida durante los meses de confinamiento estricto. Por un lado, aquellas parejas convivientes que han podido teletrabajar y no tienen hijos en casa, han aprovechado las horas de aburrimiento para dedicarle más tiempo a las relaciones sexuales. El “slow sex” es una práctica que ha permitido otorgar más tiempo a la previa y a practicar durante más tiempo el acto sexual.

En el lado contrario, encontramos parejas cuyos trabajos se han visto afectados por la paralización de la economía, que han perdido su trabajo o que han tenido que teletrabajar mientras estaban al cuidado de los hijos. Todo ello ha provocado situaciones de estrés, problemas de erección en los hombres y falta de deseo sexual que ha llevado, en ocasiones, a incitar la ruptura.

Trabajadores sexuales. Este tipo de trabajadores han tenido que ingeniárselas para adaptarse a las duras restricciones y poder seguir ofreciendo sus servicios, pero de manera virtual. Así, el sexo online se ha posicionado como uno de los hábitos sexuales que más se han potenciado durante la pandemia.

Esta nueva actividad para evitar posibles contagios recoge desde llamadas calientes, el sexting, que se refiere al envío de mensajes sexuales, eróticos o pornográficos a través del teléfono móvil o ordenador, hasta el sexo virtual.

Y es que, con la llegada del coronavirus, los ligues de una noche en el boliche –el popular “levante” en nuestro país– han pasado a la historia. Ahora todo ha cambiado y el porcentaje de usuarios que utilizan las redes sociales y las apps para hacerlo ha aumentado de forma muy considerable.

Juguetes eróticos. La necesidad de experimentar nuevas sensaciones, ya sea en pareja, mediante una relación a distancia o con uno mismo, ha provocado un aumento en las compras de juguetes sexuales de todo tipo. Desde vibradores, esposas para ser atado (bondage), vibradores a distancia que se conectan por Internet para disfrutar en pareja, juegos de rol playing o el conocido succionador de clítoris satisfayer, que se ha convertido en el juguete erótico más demandado de los últimos tiempos; todo vale para salir de la rutina.

Si bien es evidente que los hábitos sexuales de la población han evolucionado durante la pandemia, lo cierto es que la gran mayoría ha sabido adaptarse a esta nueva realidad y ha encontrado la mejor manera de mantener, o incluso mejorar, su vida sexual. (ANDigital)