Se robustece la campaña “Cierren Mundo Marino”

PARTIDO DE LA COSTA (ANDigital) El oceanario Mundo Marino, ubicado en la localidad de San Clemente del Tuyú, Partido de La Costa, sigue siendo foco de cuestionamientos por parte de activistas animalistas. En concreto, exigen la pronta rehabilitación y posterior reubicación en santuarios de los animales que allí permanecen cautivos.

El argumento, motorizado a través de una petición en Change, es que se encuentran en “situación de esclavitud y explotación”, siendo utilizados por la empresa en cuestión “para show circenses, desoyendo las diferentes leyes y ordenanzas vigentes”.

“Desde 2014 visibilizamos la realidad que viven los animales en los acuarios y cómo el cautiverio y la exhibición representa un verdadero detrimento para su salud física y psíquica. Los cetáceos, delfines y orca, son animales inteligentes, conscientes de su realidad y sufren por su encierro y por su imposibilidad de vivir en una forma natural”, explica Dalila Lewis, referente de Activistas Animalistas de La Costa.

En diálogo con ANDigital, la activista advierte además que “los acuarios son empresas que lucran con la excusa de cuidar las vidas de los animales, bajo la excusa de la educación y de la conservación”.

Así las cosas, la campaña “Cierren Mundo Marino” fue lanzada “para que cese el show, la exhibición, reproducción y venta de material genético de los animales”.

Por caso, Dalila menciona el caso de “Kshamenk”, la única orca cautiva en Sudamérica: “Desde hace 29 años que está en Mundo Marino, en una pileta que es muy pequeña en proporción a su tamaño. Buscamos que tenga la posibilidad de ser rehabilitada y reinsertada en un medio ambiente natural, lejos del público y entrenadores que sólo mantienen el vínculo para enseñarle trucos para el show”.

De acuerdo a lo esgrimido por la Animalistas de La Costa y Proyecto Galgo Argentina, mentores de la iniciativa en Change, el oceanario “incumple la ordenanza municipal de prohibición de espectáculos circenses con animales; la ley provincial que prohíbe la alimentación y el contacto directo con el público y la normativa nacional contra el maltrato y crueldad animal”.

“Se atrofian sus músculos por no poder nadar grandes distancias; se lastima su piel por no poseer suficiente sombra o profundidad; inhiben su biosonar y rebotan en las paredes de los tanques dañando sus oídos; su vista se deteriora por los químicos y cloros y eligen no reproducirse pero los obligan con inseminación artificial”, enumera Lewis sobre los perjuicios a los animales cautivos, al tiempo que plantea que Mundo Marino “vende entradas diciendo que ayudamos a salvarlos”.

 

 

 

 

 

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“La campaña apunta a aumentar la conciencia en la sociedad para que dejen de asistir a este tipo de lugares y que estos animales pueden recuperar su verdadera naturaleza en santuarios, post cautiverio, espacios naturales pero controlados, con verdaderos profesionales, donde se les vuelve a enseñar a vivir en un espacio natural”, completa. (ANDigital)