

La Policía Federal desarticuló a esta peligrosa organización que, con un alto poder de fuego, cometieron atentados en comercios, viviendas, escuelas, en el Poder Judicial y hasta en comisarías. Los detalles.
ROSARIO-SANTA FE (ANDigital) Agentes de la Superintendencia de Investigaciones Federales, por medio de la Dirección General de Delitos Complejos de la Policía Federal, lograron desbaratar a una peligrosa banda criminal que actuaba de manera impune en Santa Fe, manejaban el territorio en Rosario dominando el negocio de la compra-venta de estupefacientes. También perpetraban atentados con el uso de armas de fuego, y lo hacían disparando contra comercios, viviendas particulares y edificios públicos.
Por estas horas el Departamento de Investigaciones Especiales llevó a cabo nueve allanamientos en domicilios de la ciudad de Rosario, directivas que fueron dadas por la Fiscalía de Homicidios Dolosos que conduce la fiscal Georgina Pairola.
En total son tres las personas detenidas, entre ellas el líder de la estructura: se trata de un ciudadano paraguayo de 28 años de edad que reside en la Argentina desde los 4 años, y también fue detenido su cómplice de 36, sindicado de ser la denominada “mano obra” de la banda, a quien se le atribuye el rol de sicario. La tercera persona detenida por la PFA tiene 27 años, es una mujer y se encargaba de conseguir la logística –clientes para la compra-venta de droga y objetivos para el sicariato–.
Fuentes de la investigación confirmaron a ANDigital que se incautó un automóvil Volkswagen Gol Trend de color rojo que fue visto en reiterados hechos delictivos por testigos y además quedó registrado en cámaras de seguridad, tanto públicas como privadas.
Voceros judiciales agregaron que se secuestraron celulares, computadoras y documentación de interés para profundizar sobre el funcionamiento de la banda y sus derivaciones. Trascendió que se incautaron dosis de cocaína listas para su venta y consumo.
Son al menos 29 los hechos criminales que la Justicia le imputa a esta banda, y se avanza sobre una línea e hipótesis que toma fuerza: “Respondían a directivas emanadas desde unidades penales, balearon escuelas, dependencias edilicias del Poder Judicial y hasta Comisarías. También actuaron en reiterados homicidios”, contó una fuente, bajo estricta reserva.
La trama narco y las diferencias entre facciones
El grupo criminal se denomina como “La Mafilia”, y esta facción que fue desarticulada estaba enfrentada con otro grupo, que también está siendo investigado: “Las disputas por el territorio siguen en pie tal y como se vio en el partido despedida de Maxi Rodríguez, en donde un sector enemistado con esta mafia mandó un claro mensaje, a través de una bandera enclavada en la popular. Lo estamos siguiendo”, remarcó uno de los investigadores este lunes.
“La Mafilia” tenía incidencia en el noroeste de Rosario y marcó severas contradicciones con el grupo de choque que responde a Esteban Alvarado. En síntesis, “La Mafilia” es una organización criminal que se desprende de Los Monos, pero a la línea fundacional. Un preso apodado “Gordo Vilches”, y que se encuentra detenido en la Unidad Penitenciaria de la localidad de Rawson, en Chubut, es quien responde a Ariel Guille Cantero pero está enemistado con otra facción de la banda de Los Monos, liderada por los apodados “Pollo Vinardi” y “Toro Escobar”, lo que provoca ese enfrentamiento en las calles de la ciudad de Rosario por el territorio.
Los sucesos de violencia extrema que pusieron en vilo a Rosario expusieron como telón de fondo una fractura en el interior de la banda de Los Monos, contienda que se dirime con disparos, atentados y crímenes pese al papel de “mediador” de “Guille” Cantero, jefe de los grupos criminales en pugna alojadas en distintos penales del país.
Los investigadores intervinieron líneas telefónicas y de las escuchas acreditaron que los integrantes de la banda de alojados en Ezeiza –Damián “Toro” o “Guampa” Escobar y Leandro “Pollo” Vinardi–, mantienen una feroz disputa con al menos tres internos del penal chubutense. El narco proveedor es Rodolfo Héctor “Eri” Masini y su aliado Leandro “Gordo” Vilches, a quienes se le suma Pablo Nicolás Camino, sindicado como quien digitó la mano de obra que secuestró y mató al músico punk Lorenzo “Jimi” Altamirano el 1 de febrero pasado; cabe señalar que sobre el cuerpo dejaron una nota dirigida al Toro Escobar y al Pollo Vinardi. Luego de este asesinato hubo otros hechos de sangre con el mismo modus operandi, que fue perpetrado para ensuciar al otro bando, y que lo hicieron bajo el empleo de cartelería tumbera.
Mientras los investigadores continúan profundizando las actuaciones y las líneas de trabajo, se espera que desciendan los homicidios en Rosario a manos de criminales, ya que la cifra en lo que va del año es cercano a los 140 crímenes. (ANDigital)