viernes 23 de mayo de 2025 - Edición Nº4080

Política | 5 dic 2023

Fracturas por doquier

A horas de la jura de sus nuevos integrantes, la Legislatura Bonaerense es un verdadero polvorín

Los bloques, fundamentalmente opositores, no logran generar acuerdos y sus legisladores se dispersan. En el oficialismo hay una puja por la Presidencia en Diputados. Pase y vea.


Este miércoles jurarán los diputados y senadores elegidos por las ocho secciones electorales en la compulsa electoral del pasado 22 de octubre en la provincia de Buenos Aires, sin embargo todo parece ser un verdadero aquelarre en el edificio ubicado frente a la Plaza San Martín del centro de La Plata.

La oposición está fragmentada al extremo, con frentes divididos pero incluso con divisiones en los partidos que integran esos frente, y todo debido a lo acontecido tanto en la segunda vuelta electoral del 19 de noviembre pasado, momento en que Javier Milei y Mauricio Macri unieron fuerzas en pos de derrotar a un enemigo común, el peronismo encarnado en la figura de Sergio Massa, así como en viejas rencillas político-partidarias.

La Libertad Avanza, por caso, anunció que el experimentado Nahuel Sotelo será el presidente del bloque, aunque lo más llamativo es que estará integrado por apenas cinco diputados: el propio Sotelo, Agustín Romo, Alejandro Carrancio, Ramón Vera Chávez y Gastón Abonjo, aunque dejan la puerta abierta “a la incorporación de nuevos representantes legislativos a lo largo de estos meses en medio del actual período de recomposición”.

De todas maneras, el anuncio de este bloque deja afuera al denominado “grupo de los ocho” libertarios, quienes a principios de noviembre firmaron un comunicado titulado “Una Argentina distinta es imposible con los mismos de siempre”, en el marco del acuerdo entre Milei y Macri.

Ese grupo, liderado por Carlos Fabián Luayza Troncozo, lleva también a Gustavo Sergio Cuervo, Viviana Yolanda Romano, Martín Adolfo Rozas, María Salomé Jalil Toledo, Blanca Alessi, Sabrina Inés Sabat y María Laura Fernández, podría transformarse en nueve si se concreta el arribo de la otra veterana del espacio, Constanza “Coni” Moragues, alejada del sector de Sotelo.

En ese espacio no se incluye a Jazmín Carrizo que se referencia en Carolina Píparo, la aún diputada nacional recientemente apartada del Gabinete nacional luego de haber sido anunciada como futura titular de la ANSeS, ni a Guillermo Castello, desde hace un tiempo en un monobloque que se llama “Libre” y que todavía no definió qué hará.

En el caso del Senado, aquel mismo comunicado hablaba de Sebastián Pareja como el presidente de la bancada en la Cámara Alta, pero no mencionaba a ningún otro senador, por lo que no queda claro si el resto de los legisladores formarán parte de la bancada o vaya a saber qué pasará con ellos.

Siguiendo en la oposición, el que se está transformando en un verdadero problema para Maximiliano Abad –se irá a ocupar una banca en el Senado nacional, por salir segundo el 22 de octubre, detrás de la nómina de Wado De Pedro–, es Facundo Manes: el marplatense pretende a Diego Garciarena al frente del bloque UCR, pero ni al diputado nacional ni a Evolución lo convence la imposición.

A Manes fue a buscar Abad en el 2021 para que lidere a los radicales algo molestos con el liderazgo del PRO por aquellos momentos, y vaya que lo hizo: si bien cayó con Diego Santilli en las PASO de ese año, dejó una gran imagen –y a varios boina blanca en la Legislatura y el Congreso nacional integrando las listas de aquel–, aunque en la actual compulsa nunca le dieron espacios para competir; ahora se lo está cobrando y las bancadas radicales podrían incluso fracturarse de cara a los próximos dos años.

En el PRO se disputan los que pretenden alinearse al mileísmo y quienes abogan por la necesaria autonomía política, y eso complica las cosas para ir de cara a pelear la comandancia de un Interbloque que a estas alturas parecen una verdadera quimera.

Para lograr ese interbloque, que es lo que pretenden fundamentalmente los legisladores alineados a Patricia Bullrich, deberían modificar el reglamento interno de la Cámara Baja, ya que esa figura actualmente no existe.

Entre los autonomistas están los que van detrás de Néstor Grindetti, fallido candidato a gobernador de Bullrich pero futuro jefe de Gabinete de Jorge Macri en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Hay que ver que ocurre con los legisladores de Emilio Monzó, Silvina Vaccarezza y Lorenzo Natali, hoy dos legisladores que escuchan ofertas respecto de a dónde llevarán sus ultravalorados votos.

En el oficialismo las cosas están un poco mejor, pero no tanto: el massismo se mantiene en su idea de que el oriundo de San Martín Rubén Eslaiman sea el presidente de la Cámara de Diputados, pero los intendentes aseguran que sigue prevaleciendo la candidatura de Mariano Cascallares para quedarse con el control del cuerpo.

Si bien desde el entorno de Axel Kicillof aseguran ser “prescindentes” en esta puja, este martes el gobernador participó de un acto en la ciudad de Almirante Brown, donde Cascallares volvió a presentarse como intendente y ganó por amplio margen su tercer mandato consecutivo en el municipio, aunque aún le quedan dos años más como diputado.

En ese marco, La Cámpora se quedaría con la presidencia del bloque peronista, y el nombre elegido para tal fin es el de Facundo Tignanelli, dirigente matancero extremadamente ligado a Máximo Kirchner.

Además de la presidencia del cuerpo, debe elegirse cuatro vicepresidencias, que hoy ocupan Adrián Urreli (del PRO y cercano a Néstor Grindetti), Carlos “Cuto” Moreno (PJ, vinculado a Kicillof), el propio Eslaiman (Frente Renovador) y Fabián Perechodnik (del PRO de María Eugenia Vidal), poco se sabe de quiénes ocuparán esos sitios de tanta importancia.

Desde La Libertad Avanza pretenden alguno de esos espacios, sobre todo si se cuentan los 16 diputados que posee, pero las fracturas internas lo dejan en una posición complicada a la hora de reclamarlo: el sector oficialista ostenta apenas 5 bancas.

Lo cierto es que este miércoles juran los legisladores pero mucho se rumorea que si bien ese evento sí se haría, no sucedería lo mismo con la selección de autoridades –de cuerpo y de bloques– para lo que se pediría un inédito cuarto intermedio en pos de poder seguir negociando (rosqueando).

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