El dantesco paisaje en este sector de producción mostraba este domingo al amanecer cientos de postes de luz volteados, techos volados, galpones enteros derribados como si hubiera pasado un gigante aplastándolos, chapas gruesas de tinglados arrugadas como si su consistencia fuera similar al cartón, algunas ubicadas a cientos de metros e impulsadas por el terrible temporal que se inició alrededor de las 21 horas de este sábado en la ciudad de Coronel Pringles.
En diálogo con ANDigital, el sereno de un molino harinero instalado en el parque industrial local recordó los momentos vividos cuando el fuerte viento –cuyas ráfagas superaban los 140 kilómetros por hora– comenzó a destruir velozmente las instalaciones de la empresa.
Un grueso portón que cierra uno de los depósitos de harina, fue empujado literalmente por el fuerte viento y metido en el local que cerraba. En tanto, un enorme galpón de chapas construido recientemente fue demolido totalmente y sus chapas esparcidas en un radio más allá de 200 metros del lugar.

La vivienda de ingreso al parque perdió la totalidad de su techo, que voló y cuyas partes se diseminaron por todo el predio.
Además, varias empresas aceiteras, productoras de alimento balanceados y otras firmas de elaboración de productos derivados del campo, sufrieron iguales daños a los observados en el molino harinero.
Otra de las empresas perjudicadas con pérdidas de magnitud fue la fábrica “La Pringlense”, a esta láctea con una importante producción de quesos distribuidos en la zona el temporal directamente le llevó el techo, dejando la zona de producción y las cámaras de frío sin cobertura y, por ende, sin posibilidad de producir por un tiempos hasta que se reparen los daños.
Luis Ocerin, uno de los propietarios de la láctea, relató a ANDigital que durante el fortísimo viento y torrencial lluvia él y su esposa se metieron en una oficina segura e inmediatamente después “escuchamos un estruendo tremendo, fue en el momento en que el temporal se chupó directamente el techo de la láctea y la despidió muy lejos del predio que ocupamos; este domingo encontramos y recogimos los restos del enorme techo exparcidos por todas partes”, graficó.

Por supuesto que todo el parque industrial depende por unos días de algún grupo electrógeno para funcionar, porque la planta quedó en su totalidad sin energía eléctrica.
La enorme cantidad de postes de luz caídos, cables cortados, transformadores destruidos y la red esperando la reconstrucción de su estructura, es la pérdida más grande que tiene el servicio de energía eléctrico.
El director técnico de la cooperativa eléctrica de Coronel Pringles, ingeniero Pedro Tenaglia, consideró que “de no mediar inconvenientes, durante la semana podría restablecerse el servicio, una vez que se reparen las instalaciones destruidas. La zona rural tal vez demore unos días más, pues se le dará prioridad a la ciudad; pedimos paciencia, pero esto fue un fenómeno climático fuera de lo normal, el alerta estaba, pero no imaginábamos tal intensidad”.