

Este lunes 18 de diciembre, Catupecu Machu regresó al Teatro Vorterix para brindar un show gratuito como regalo para sus fans que agotó en apenas tres minutos. De esta forma, coronó un 2023 inolvidable y aprovechó para presentar al baterista Nico Meardi, su nuevo integrante.
A comienzo de año, la banda formó parte de los prestigiosos festivales Cosquín Rock y Lollapalooza y en el mes de junio se presentó en el Movistar Arena a sala llena.
Un mes después, llegaría el turno de la Residencia Vorterix, creando así un nuevo concepto de shows, que consiste en una sala intervenida con fotos inéditas, premios, instrumentos, objetos y memorabilia, entre otros, que estaban distribuidos en las paredes, escaleras y pasillos de la sala.
Lo completaba una imperdible experiencia sonora única, en la cual se facilitaron auriculares al público donde se podía escuchar material inédito armado especialmente para estos conciertos. El concepto fue tan exitoso que en menos de dos meses agotaron siete funciones.
Actualmente Catupecu Machu se encuentra finalizando la grabación de lo que será su nuevo álbum de estudio, a la vez que se prepara para sus próximos shows en Uruguay, Cosquín Rock, Lollapalooza Chile, Asuncionico Paraguay y gira Europea en el mes de febrero y marzo.
Los primeros acordes de “Secretos Pasadizos”, fueron la señal para que el público celebre la salida de la banda a escena.
Sin respiro, el inconfundible riff de “Y lo que quiero es que pises sin el suelo” desató el delirio total en la sala, con toda la gente saltando y cantando toda la canción de principio a fin sin parar y adueñándosela por completo.
A lo largo del concierto se vivieron diferentes climas, con clásicos como: “Perfectos Cromosomas”, “Plan B” y “En los sueños”.
“Entero o a pedazos”, es uno de los temas más emotivos del repertorio de la banda, que fue acompañado a viva voz por todo el recinto.
La seguidilla de temas: “La piel del camino”, “Confusión” y “Origen extremo” dieron lugar a una demoledora versión de “Magia veneno”, con la participación del Zorrito Von Quintiero en bajo.
Para el final, la inoxidable “Dale!” se convirtió en el momento más emotivo de la noche, ya que contó con la participación del Mono y Maikel de Kapanga, en voz y guitarra respectivamente, quienes fueron ovacionados por toda el teatro.
En el medio de la canción, los acordes de “El universal” del grupo de Quilmes, sonaron en forma de loop y finalizando “Dale!” se sumó nuevamente el Zorrito en bajo, para cerrar un año inolvidable a sala llena con uno de los clásicos de Catupecu Machu.