

La última encuesta del año refleja una profunda caída de la imagen que Javier Milei acumuló durante toda su campaña política, y que incluso mantuvo en los días posteriores al ballotage del 19 de noviembre pasado, y ya los números de su imagen negativa son ampliamente superiores a los de su imagen positiva.
Así lo refleja al menos el estudio desarrollado por Zuban Córdoba y Asociados, realizado sobre una base de 1500 casos de mayores de 16 años de edad, con segmentación geográfica, etaria y de su último voto presidencial.
De acuerdo a este trabajo, que se realizó entre los días 28 y 29 de diciembre pasados, la imagen positiva del Presidente de la Nación es del 44,1 %, mientras que su negativa trepa hasta el 55,5, lo que configura una pérdida de más de un punto de imagen positiva por día de mandato, prácticamente al ritmo inflacionario que el propio mandatario denuncia que ocurre en el país.
“Es la pérdida de diferencial positivo más acelerada de la que tengamos registro. Nos atrevemos incluso a decir que probablemente sea la más acelerada en toda la historia de la región”, expusieron desde la consultora al buscar explicar lo que ocurre.
Y es que ese ritmo inflacionario del que hablábamos, que llevó a duplicar y hasta a triplicar los precios de algunos alimentos en almacenes y supermercados producto de la ausencia de políticas públicas de contención; la liberación de las exportaciones y de las importaciones, y el incremento de alrededor del 80 % del valor de los combustibles, generaron un caldo de cultivo extremadamente negativo para el mandatario.
Sin embargo, son la aplicación del Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023, más el envío del paquete de leyes desregulatorias al Congreso conocido como Ley Ómnibus, los que mayores niveles de rechazo cosechan: respecto de la posibilidad de otorgarle poderes especiales para modificar leyes y códigos a Milei, la negativa es del 60,3 %, al tiempo que la gente rechaza que el Congreso apruebe la Ley Tanque “sin cambiar ni modificar nada” en un 61,5 %.
Esas malas vibras respecto de la figura presidencial alcanzaron también a la vicepresidenta Victoria Villarruel, cuya imagen negativa (54,4 %) supera a la positiva (43,9 %), cuando previo a asumir generaba muy buenas sensaciones en la población.
En este marco, suena a quimera la posibilidad de que el primer mandatario logre superar un eventual plebiscito, tal y como prometió que haría si el Congreso rechazara por inconstitucional su DNU y no aprueba la Ley Ómnibus: el 54,6 % de los consultados votaría en contra de todas las medidas en una eventual compulsa.
Y ello es porque una enorme mayoría considera que el DNU y la Ley Ómnibus son “inconstitucionales” y que “deben ser derogados por el Congreso o la Justicia”: este grupo configura al 56,1 % de los encuestados.
Como corolario, el propietario de la encuestadora, Gustavo Córdoba, concluyó que “el gobierno de Milei hizo anuncios de extrema gravedad económica e institucional, usando el mismo tono que se utilizó en las elecciones. Grave error que genera distorsiones y que atenta contra la generación de consensos”.