

El exministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi, objetó la reciente reunión entre Javier Milei y la comandante del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, al tiempo que tachó de “alineamiento automático” la postura del Gobierno para con la potencia norteamericana.
“Cuando yo era ministro de Defensa, vino el anterior jefe del Comando Sur y lo hice acompañar por el jefe del Estado Mayor Conjunto, que era su par. No fui yo, ni el jefe de Gabinete ni el Presidente”, comparó.
De todos modos, puso de relieve que lo acontecido en Ushuaia no es un caso aislado, ya que hace apenas dos semanas, Argentina recibió al jefe de la CIA, William Burns, quien, “sólo visita países en los que tiene expectativas de realizar operaciones de inteligencia en forma conjunta”.
Otro episodio similar fue la compra de los aviones F16 provenientes de Dinamarca con el visto bueno de Estados Unidos. “Había otra oferta, desde mi punto de vista más considerable, que eran los JF-17 chinos, aviones nuevos cero kilómetro”, graficó Rossi.
“Algunos lo asemejan a las relaciones carnales de los 90, pero en ese momento el mundo era unipolar, había caído la Unión Soviética, habían derribado el Muro de Berlín y Norteamérica aparecía como único polo hegemónico en el mundo”, puntualizó el dirigente peronista en declaraciones a la AM 750.
Por el contrario, “el mundo actual es multipolar” y prueba de esto es la creación del BRICS, “un grupo de países al cual estúpidamente renunciamos a participar, cosa que ni (Jair) Bolsonaro hizo”.
Para el exinterventor de la AFI, el puerto en territorio austral que Estados Unidos promociona responde en mayor medida a “que China no se instale en el lugar”.
🎥| Ni el Presidente @JMilei, ni el ministro de Defensa @LuisPetri conocen la Marcha de las Malvinas, y lo dejaron bien en claro en un acto conjunto con emisarios de los Estados Unidos en Ushuaia (https://t.co/CmjeMAq4mP) pic.twitter.com/EOkCiT997n
— ANDigital (@ANDigitalOK) April 5, 2024
Por último, Rossi sostuvo que la instalación de una base estadounidense en Ushuaia y la compra de los aviones dinamarqueses fue previamente consultada por Estados Unidos a Gran Bretaña, dado que ambos países mantienen un acuerdo de interoperabilidad entre sus Fuerzas Armadas, un pacto que supone un “escalón más arriba a la simple cooperación” bélica entre países. “Así que dejen de cantar la marchita de Malvinas”, sentenció.