

La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, sentó postura en torno a la polémica por el “dietazo” de los senadores y puso de relieve que “uno se tiene que comparar con la sociedad en la que vive”.
“Los sueldos están por debajo de la pretensión de cualquiera, todo el mundo está complicado. Y nosotros también tenemos que estar complicados. Si no, generamos la bronca de la gente. Tenemos que ser austeros y ejemplares. La ejemplaridad va siempre primero. No tenemos que olvidarnos del vínculo con la gente”, reflexionó la funcionaria.
Acto seguido, cruzó al senador radical Martín Lousteau, quien había deslizado que los legisladores no tenían que ganar menos que, por ejemplo, el vocero presidencial.
“Eso es una mentira. Yo soy ministra y no gano 2 millones de pesos. No sé de dónde lo sacó, ¿dónde está mirando los sueldos? Este mes nos descontaron el aumento que se había dado mal y el sueldo fue de 900 mil pesos. No estamos ganando como un senador”, aclaró en declaraciones a LN+.
En torno a la exorbitante suma que gana el vocero de Javier Milei, planteó que “no está bien que un ministro gane ese monto. Pero no están bien todos los sueldos en la Argentina”.
“Si los sueldos no están bien, seamos nosotros empáticos con aquella sociedad que hace un esfuerzo para llegar a un camino en el que los sueldos sean razonable. Mi sueldo está de la media para arriba ¿Qué tengo que hacer? Trabajar para que los argentinos tengan un mejor salario. Los senadores no son los únicos que están haciendo la mejor tarea”, acotó Bullrich.
“Ver su mano (de Lousteau) me generó pensar en que somos una cosa corporativista. Somos una corporación. No nos importa nada todo lo que pase. Esto pasa rápido. Las personas valen si generan ejemplo ¿Cómo hago yo para hacer algo así y después ir a ver a las fuerzas de seguridad, que tuvieron un aumento del 10% y el 18%? No hay moral. No hay cohesión. La palabra y el ejemplo son lo más importante”, insistió.
En cuanto al ajuste en la educación superior, la ministra sostuvo que “hay una universidad pública de millones de estudiantes. Y hay una universidad pública de una burocracia extrema, donde muchos hacen un kiosco para ellos”.
“¿Cuánto le llega a cada estudiante del presupuesto universitario? ¿Cómo se calcula el precio por estudiante? ¿Se calcula desde el alumno que entra o el que se recibe?”, inquirió la exministra de Trabajo del trunco Gobierno de la Alianza.
“Durante mi campaña, estuve con universidades que vienen de la línea progresista y están sacudiéndose, pensando estas cosas. Por ejemplo, la Universidad Nacional de Córdoba, la de Santa Fe. Entonces, así como hay que sacudir a la Argentina, que se llenaba los bolsillos mientras los argentinos no tenían nada, toda las instituciones tienen que hacer lo mismo, sacar el sistema burocrático”, sentenció.