

La forma más sencilla de salir de un laberinto es por arriba. La provisión de internet satelital sigue esta lógica. Y así supera casi todos los escollos físicos y climáticos, la falta de infraestructura y las limitaciones de las conexiones de red a fin de llevar el servicio a zonas de campo, escuelas rurales y proyectos de inversión en áreas lejanas.
En este contexto, Obith, empresa de capitales nacionales controlada por Holdsat S. A. se posicionó con fuerza en el mercado desde su fundación en 2018, expandiendo sus negocios en toda la Argentina y ahora también provee servicios en Chile y Paraguay.
Las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) han transformado la existencia humana. Pero, por características intrínsecas, estos desarrollos se concentran en las ciudades. Surge así la brecha digital, la grieta que separa a quienes están conectados de los que no. Se presenta así el dilema: trasladar las poblaciones rurales a las áreas urbanas o garantizar en la ruralidad las mismas condiciones que en las ciudades.
La era digital convirtió a internet en la principal herramienta comunicacional de la vida cotidiana. El ciberespacio cambió el paradigma y abrió un abanico de nuevas posibilidades para estar conectados a nivel mundial. En Argentina, el arribo de la internet satelital no se trata de una simple etapa más en la historia de la evolución que tiene la red en el país.
La internet satelital es la herramienta que posibilita un acceso equitativo a las TIC’s, en forma independiente del lugar donde se habite. Llevando conectividad a emprendimientos rurales, escuelas de campo e inversiones en zonas alejadas de manera estable.
En torno a las dificultades que representaban el no tener conectividad satelital para las regiones más alejadas de las urbes en nuestro país, el CEO de Orbith, Pablo Mosiul, señaló que “en los últimos años, el acceso a internet demostró ser una herramienta transformadora, encargada de impulsar la innovación, la conectividad y el crecimiento económico. A pesar de que nos encontramos en una sociedad cada vez más digitalizada, también nos enfrentamos a una brecha digital persistente que no permite aprovechar plenamente sus beneficios”.
“Contamos con productos estandarizados que se adaptan a las necesidades del cliente, ya sea una familia, una empresa o un emprendimiento rural”, acotó.
Somos ORBITH, y vamos más lejos para que puedas estar más cerca, sin importar dónde te encuentres.
— orbithargentina (@orbithargentina) August 6, 2024
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En la tecnologización del campo, fenómeno fundamental para incrementar rindes y reducir el impacto ambiental, la conectividad juega un rol central. La maquinaria de la agricultura inteligente requiere internet. La conexión permite realizar el mapeo de campos y detectar particularidades. De esta manera, se puede fertilizar cada lote según la variable que requiere, por ejemplo.
En ese sentido, Milagros Arias, dueña de un emprendimiento rural en San Antonio de Areco, precisó que “estamos en el medio de la nada. Usamos el servicio para llevar un control meteorológico. También para estar en contacto con empresas de semillas y las que cuidan los animales. Mi vida cambió. Empecé a hacer cosas que antes no podía. Entre ellas ver plataformas de streaming o descargar clases virtuales”.