

Horas de rosca frenética se viven en la Legislatura bonaerense en el marco de las negociaciones por el Presupuesto 2025 y la Ley Impositiva y en los pasillos legislativos se tejen especulaciones y suspicacias de todo tipo.
La sesión en la Cámara de Diputados estaba convocada a las 14.30, pero las diferencias en el ‘toma y daca’ obligaron a pedir un cuarto intermedio que todavía continúa.
La ley de leyes y la norma fiscal llegan al recinto de la Cámara baja con dictamen de comisión. El punto central de discusión es el pedido de endeudamiento que necesita dos tercios para ser aprobado, lo que faculta a la oposición a introducir modificaciones –entre ellas, la instrumentación de un fondo de obras para los municipios-.
En el hall del palacio legislativo se intensificaron movimientos de todo tipo. Incluso, las negociaciones e replicaron en el Ministerio de Economía, donde el titular de la cartera Pablo López y el diputado Juan Pablo de Jesús analizaron en detalle los requerimientos de la oposición.
Una de las hipótesis que circuló a lo largo de la jornada fue este jueves se avanzaría con parte mayoritaria del paquete de iniciativas –también comprende el enroque de autoridades de la Cámara baja y la reforma del Bapro- y postergar el tratamiento del endeudamiento para el 26 de diciembre.
Con el correr de las horas, en distintos despachos opsoitores llamó la atención la intransigencia del gobernador Axel Kicillof para rechazar hasta el momento todo tipo de modificaciones en el presupuesto.
Si bien en Diputados el proyecto se aprobaría con mayoría simple –tiene dictamen de comisión-, la polémica se centra en el Senado, donde se requieren los dos tercios y, para ello, Unión por la Patria deberá negociar sí o sí con la oposición y contemplar cambios para alcanzar los consensos.
Ante este escenario, irrumpió la especulación sobre el interés manifiesto de Kicillof por tener su ley de Presupuesto. Desde un sector de la oposición consideran que la estrategia del gobernador radicaría en dejar caer la ley de leyes para prorrogar el presupuesto vigente y disponer de un mayor margen en las erogaciones y el manejo discrecional de los recursos.
De concretarse, la maniobra sería similar a la que llevó a cabo Javier Milei en el Congreso, donde prometió tratar el presupuesto en sesiones extraordinarias, pero nunca formalizó la convocatoria.