

En reclamo de “sueldos dignos”, familiares de efectivos de la Policía Bonaerense comenzaron esta semana una protesta que generó adhesiones con el correr de las horas y desencadenó en el desplazamiento de efectivos.
El conflicto empezó con una concentración de familiares de policías el último lunes en Puente 12, en el partido de La Matanza, para exigirle al ministro de Seguridad, Javier Alonso, y al gobernador Axel Kicillof una recomposición salarial que posibilite aliviar al poder adquisitivo de los uniformados.
La protesta se propagó y efectivos del Comando de Ituzaingó se unieron al reclamo, a través de un ‘sirenazo’ en móviles y motociletas.
Sin embargo, el accionar encontró una dura sanción por parte de Asuntos Internos: desafectaron a 14 efectivos por “incumplimiento de los deberes de funcionario público e intimidación”.
A todo esto, los manifestantes en Puente 12 aclararon que la protesta fue de carácter “pacífico” por “mejoras salariales”, pero tras las sanciones a los efectivos de Ituzaingó lanzaron una dura advertencia, a la vez que comenzaron a armar carpas para quedarse en el lugar.
“Están logrando que esto explote en toda la provincia y se paren todos los móviles”, alertaron, y recordaron el complejo antecedente cuando Kicillof todavía no había transcurrido su primer año de gestión: “Ya pasó en 2020”.
🚔 #Tension | ¿Otra rebelión policial contra Kicillof?: Protesta salarial, sirenazo y más de 20 efectivos desafectados
— ANDigital (@ANDigitalOK) February 18, 2025
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Por si fuera poco, este martes trascendió que otros 14 efectivos de Tres de Febrero también fueron despedidos.
La estrategia del Gobierno bonaerense pareciera ser cortar de raíz un foco de conflicto que podría derramar hacia los 135 municipios bonaerense, mientras que los agentes dejaron en claro las condiciones para levantar el reclamo.
“La garantía es la firma de un decreto por parte del gobernador Kicillof”, sentenciaron.