

Al presentar el proyecto de Ley Antibarras, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, se refirió a la represión del pasado miércoles contra el fotógrafo Pablo Grillo y negó que el disparo de gas lacrimógeno haya estado dirigido a su cabeza.
Casi en una contradicción, Bullrich plasmó su “total solidaridad” con “Pablo Grillo y su familia”, pero rápidamente defendió el accionar de Gendarmería.
Según su posición, “las reconstrucciones que están haciendo no cumplen con los protocolos de las fuerzas de seguridad”.
😔 #Congreso | Brutal violencia: Policías heridos, un fotógrafo en grave estado y más de 100 detenidos
— ANDigital (@ANDigitalOK) March 13, 2025
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“Los análisis no son rigurosos”, insistió Bullrich, y pese a las imágenes y videos como evidencia, ensayó. “El disparo no fie directo a la cabeza”.
“Eso no es verdad”, continuó la funcionaria, y compartió una curiosa explicación: “El disparo fue hecho de acuerdo al protocolo que tiene la Gendarmería Nacional Argentina”.
Incluso, y a diferencia de la evidencia recolectada, sostuvo que “el mecanismo establece que el efectivo debe ejecutar el disparo en forma oblicua hacia el suelo, y es lo que hace el miembro de la fuerza en seguridad”.