

Por Dante Romano (*)
Este lunes 31 de marzo, a las 14 (hora local), el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) dará a conocer su estimación oficial sobre el área sembrada en EE UU. Los analistas esperan que la soja pierda 1,2 millones de hectáreas, mientras que el maíz sumaría 1,4 millones de hectáreas, en línea con las proyecciones del Outlook Forum.
El mercado estará atento no sólo a estos datos, sino también a la evolución del clima en EE UU, que determinará si los rindes estimados pueden concretarse.
En el mercado de aceites, la reducción de compras de India generó un alza en los precios del aceite de soja, lo que impactó en la capacidad de pago de la industria. A esto se suma que en EE UU se discute un incremento del 50 % en el mandato de biodiesel, aunque las diferencias están en la velocidad de aplicación de la medida.
El incremento en el uso de biodiesel podría sostener la tendencia alcista del aceite de soja en Chicago, generando muy buenas primas para Argentina.
Escasez de soja en Argentina y complicaciones logísticas
En el mercado local, la escasez de soja se agudiza por problemas logísticos. La soja proveniente de Paraguay, clave para abastecer las fábricas, no está llegando debido a dificultades en la navegación del río Pilcomayo. A esto se suman lluvias que están demorando el ingreso de la nueva cosecha. La falta de materia prima y la demanda sostenida están impulsando los precios.
La cosecha en Argentina está próxima a iniciar, con algunos casos testigo en el norte de Córdoba. Las lluvias han mejorado la situación hídrica, aunque no han generado un impacto significativo en la calidad de los cultivos debido a que se encuentran en su etapa final. Para la recolección, sin embargo, sería ideal contar con clima seco.
En la última semana se registró un pico de ventas de soja mayo 2026 de 580 mil toneladas, cuando lo habitual en esta época es algo menos de 400 mil toneladas. Aun así, el total vendido no supera los 3 millones de toneladas, apenas un 6 % del total, cuando lo esperado sería más cercano al 10 por ciento.
Además, aún quedan 11 millones de toneladas en manos de productores y 3 millones más a fijar. Algunos analistas atribuyen esta demora en la comercialización a la inestabilidad del tipo de cambio y a la expectativa de posibles recortes adicionales en los derechos de exportación, aunque esto último aún parece prematuro.
En el ámbito local, las expectativas sobre los derechos de exportación generan incertidumbre. Muchos dan por sentado que la reducción en los derechos de exportación, que vence el 30 de junio, será extendida hasta fin de año. Además, el tipo de cambio en movimiento podría afectar las decisiones de venta de los productores.
(*) Profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.