

Si creías que el punk sólo había sido un movimiento de rebeldía en Londres o Nueva York, preparate para conocer una de las historias más insólitas de la música. La leyenda de N’Golengo, un cantante de punk africano que pasó de tocar en sótanos clandestinos a convertirse en ministro.
Es el tema saliente de Pizza fría, el mejor late night show hecho en un garaje, donde Dave América presenta historias únicas de músicos que no conocés y te sorprenderán.
En el segundo programa, Palu América es el invitado experto en punk, mientras que Maguir realiza los reportajes. Juntos cuentan los detalles de la vida de Taobo N’Golengo y su banda.
Siempre en clave parodia, también presentan el descubrimiento semanal: Nauci Gold, un cantante canario que tiene una voz de la que no te vas a olvidar.
El nacimiento de un sonido: punk, percusión y revolución
A finales de los 90, un joven africano llamado Taobo N’Golengo decidió combatir al gobierno militar con música. Influenciado por bandas como The Clash y Black Flag, pero con una fuerte base de música tradicional africana, formó un grupo de punk que desafiaba al régimen con letras incendiarias y un sonido brutal.
Su propuesta era tan única como peligrosa: un grupo de punk sin batería, pero con un ejército de percusionistas. Su banda combinaba el frenesí del hardcore punk con ritmos africanos. Sus conciertos se convirtieron en actos de resistencia, realizados en garajes y casas ocupadas hasta que el gobierno empezó a notarlos.
Pronto, la policía militar comenzó a reprimir estos eventos, con redadas violentas que terminaban en disturbios y enfrentamientos.
La popularidad de N'Golengo creció exponencialmente. No era solo un músico: se había convertido en un símbolo de lucha. Así nació su apodo: el Jesucristo africano del punk.
Del underground a la fama internacional
Lo que empezó como una revuelta local trascendió fronteras. Medios internacionales como la Warhausen documentaron la historia de N’Golengo y su banda, captando la atención de la escena punk global. Grandes nombres del género comenzaron a mencionarlos y, eventualmente, las grandes discográficas de punk intentaron ficharlos.
En la década de los 2000 firmaron para grabar un EP y hacer una gira mundial. Pero la historia tomó un giro inesperado en su primer festival en EE.UU. N’Golengo, sin pelos en la lengua, increpó al público con un discurso incendiario: “El punk de blancos está lleno de gordos maricones”.
Sus declaraciones causaron un escándalo inmediato. En su visión, el punk debía ser una herramienta de resistencia, no una excusa para beber cerveza y subirse a atracciones de feria. El festival fue un desastre, y tras ese episodio, nunca más volvió a tocar fuera de su país.
De estrella punk a ministro del gobierno
En 2016, la dictadura cayó y se formó un nuevo gobierno populista. Sorprendentemente, N'Golengo fue nombrado ministro. Lo que en principio parecía un triunfo de la contracultura se convirtió rápidamente en un desastre. No tardó en verse envuelto en escándalos, desde excesos con el dinero público hasta fiestas descontroladas.
Su principal enemigo político, Samian Tangulu, excompañero de banda a quien N'Golengo había expulsado años atrás, se dedicó a exponer todas sus irregularidades. La gota que colmó el vaso fue un viaje oficial a Cabo Verde, donde se filtraron imágenes de N'Golengo en un jacuzzi rodeado de diez modelos.
A pesar del escándalo, el pueblo seguía viéndolo como un ícono. En respuesta a Tangulu, grabó una única canción oficial titulada "Fok Tangulu", un ataque directo a su enemigo político. Sus seguidores la convirtieron en un himno y gritaban "¡Fok Tangulu!" cada vez que veían a Tangulu en la calle.
El exilio y el nacimiento de la leyenda
Finalmente, tras tantos escándalos Taobo N’Golengo fue destituido y desapareció sin dejar rastro. Desde entonces, las teorías sobre su paradero se han multiplicado: algunos aseguran que vive en el desierto, predicando sobre la revolución, mientras que otros creen que sigue dando conciertos en la clandestinidad.
Lo cierto es que su figura sigue viva en la cultura popular. Al día de hoy, su música sigue sin estar disponible en plataformas digitales, ya que él mismo prohibió su distribución. Sin embargo, cada tanto aparecen grabaciones en YouTube, solo para ser eliminadas poco después por sus seguidores, que consideran que “la música punk no debe encapsularse”.