

Un brutal hecho delictivo mantiene en vilo a toda una familia que reza por la recuperación de María Laura Mollard, de 46 años de edad, quien el miércoles pasado sufrió una violenta caída luego de haberse aferrado a su auto para que un grupo de delincuentes no se lo robara, fue arrastrada y acabó golpeando duramente contra el pavimento en Ramos Mejía.
A raíz de ello la mujer se encuentra internada en el Hospital Paroissien en coma inducido y con asistencia respiratoria tras haber sufrido una hemorragia cerebral y fracturas en sus miembros superiores, todo debido a la caída que fue captada por una cámara de seguridad, por lo que su estado es delicado.
El terrible hecho sucedió el miércoles de la semana pasada a las 13.10 horas muy cerca de donde se ubica el Colegio Don Bosco, en la Avenida de Mayo al 1900, a donde María Laura había ido a buscar al hijo de una amiga.
📹| La robaron el auto en la puerta del colegio en Ramos Mejía, se colgó de la ventanilla y la arrastraron más de una cuadra, hasta que cayó pesadamente al piso: ahora la mujer está internada en el Hospital Paroissien, con hemorragia cerebral y en coma inducido. El hecho sucedió… pic.twitter.com/FiK76edat0
— ANDigital (@ANDigitalOK) May 6, 2025
Al arribar, y dejar su Chevrolet Agile estacionado, un grupo de delincuentes se subió y en su desesperación ella se colgó de la ventanilla pero los malvivientes aceleraron y la arrastraron más de 100 metros, hasta el cruce de la Avenida de Mayo y Humboldt, en la mencionada localidad del partido de La Matanza, zona oeste del Conurbano bonaerense.
Tras la caída y el impacto con la acera, la mujer quedó inmovilizada, fue asistida y trasladada al Hospital Balestrini, pero allí esgrimieron estar sufriendo un colapso de pacientes y por ello la llevaron al Hospital Paroissien, donde su cuadro se agravó seriamente.
El caso es investigado por la fiscal Alejandra Núñez, titular de la UFI Nº 8 del Departamento Judicial La Matanza, quien estima que participaron entre tres y cuatro delincuentes del brutal suceso.
La fiscal ya ordenó que se releven las cámaras de seguridad de la zona para intentar dar con estos malvivientes, aunque este delito expone una vez más la vulnerabilidad que existe en las entradas y salidas escolares, máxime si se tiene en cuenta que donde sucedió es una zona transitada y de carácter residencial, al tiempo que ocurrió a plena luz del día.