

En medio de una feroz interna que se extendió en el tiempo, el radicalismo bonaerense parece haber allanado el camino hacia la normalización partidaria tras acordar un cogobierno hasta que haya una resolución definitiva.
Luego de los turbulentos comicios internos de octubre del año pasado, con denuncias judiciales y la amenaza de una intervención del Comité Provincia, los sectores de Maximiliano Abad y de Martín Lousteau y Facundo Manes exploraron un principio de entendimiento.
Este viernes, acordaron una conducción compartida hasta el 31 de octubre de 2025, fecha en que la Justicia deberá tomar una resolución definitiva.
La tregua entre ambos sectores comprende la puesta en funcionamiento de un Comité de Contingencia, presidido por el candidato oficialista Miguel Fernández y una Convención de Contingencia, liderada por el postulante opositor Pablo Domenichini.
Entre sus funciones principales, deberán consensuar las decisiones clave, especialmente en lo que refiere a las alianzas electorales. Asimismo, se designarán apoderados por cada sector con firma cruzada y mandato expreso de ambos órganos.
“Esta estructura compartida se mantendrá hasta que la Justicia se expida definitivamente sobre el resultado de las elecciones internas, garantizando así la estabilidad y el respeto de las instituciones partidarias”, coincidieron.
A su vez, ambos sectores acordaron desestimar el expediente judicial que prorrogaba los mandatos vigentes, aunque acatarán el fallo de la Cámara Nacional Electoral que ordenó volver a votar en las mesas impugnadas de La Matanza, Quilmes y Ezeiza.