

Plata Quemada estrenó mundialmente en mayo del año 2000, acumulando 750 mil espectadores en Argentina. Estrenó en salas de Estados Unidos, Francia, España, Brasil, entre otros países.
A nivel internacional tuvo un gran impacto adjudicándose varios premios y participando en numerosos festivales: ganó el Premio Goya a la Mejor Película Extranjera de Habla Hispana y fue seleccionada en los Festivales Internacionales de Cine de Venecia, Toronto, Londres, Biarritz, Río de Janeiro y de La Habana, entre otros...
La película, inspirada en la novela homónima escrita por Ricardo Piglia (ganadora del Premio Planeta 1997), con guión cinematográfico de Marcelo Figueras y Marcelo Piñeyro, está protagonizada por Leonardo Sbaraglia, Eduardo Noriega, Pablo Echarri, Leticia Brédice, Ricardo Bartis, Dolores Fonzi, Carlos Roffé y Daniel Valenzuela y la participación especial de Héctor Alterio.
El film recrea la historia de un grupo de delicuentes que, en 1965 roban un camión transportador de caudales. Tras alzarse con el botín, huyen a Uruguay, escapando de la policía.
Es una historia de amor, de desencuentros y soledades que se unen, viviendo al límite sus vidas...
Las críticas
Lo que vuelve a Plata Quemada una película imprescindible, en la medida en que es necesaria para este momento del cine argentino, es su apuesta, los riesgos que corre. Por eso es capaz de generar desconcierto. La valentía con que se anima a correr es enorme y la lleva a buen puerto. Piñeyro piensa en imágenes, pone bien la cámara. Y vuelve a un género que aquí parecía desaparecido: el del cine de autor de aliento popular.
Pablo Scholz - CLARÍN - Suplemento de Cultura
Piñeyro optó por la receta de Orson Welles cuando trasladó Kafka al cine: violar el libro, servirse de él para contar otro relato. De ahí en adelante, la película se transforma en una de las más interesantes historias jamás contadas por el cine nacional.
Daniel Molina - EL CRONISTA
Piñeyro encontró el equivalente cinematográfico de la obra de Piglia. Una verdadera hazaña tratándose de una adaptación. Como en el “Huis Clos” sartreano, el infierno ocurre a puertas cerradas. Al cine argentino le hace muy bien la película de Piñeyro. Es la más visceral de todas las que hizo, la más auténtica y, también, la más dolorosa.
Osvaldo Quiroga - PÁGINA/12
Es bien arriesgada la apuesta que hace Plata Quemada. Un film arduo, seco, siempre grave en su tono. Puede decirse que hay mucha ambición, y esa ambición es claramente el deseo de hacer un cine cada vez más maduro, mejor, que no responda a ningún otro condicionamiento que no sea el que impone la película misma
Luciano Monteagudo – EL PAÍS de España
Una de las mejores películas de lengua española de los últimos tiempos. Plata quemada la del dinero del asalto que desencadena el filme; plata que quema con el fulgor del arte esencial la de esta película sabia, hiriente, profunda.
Miguel García-Posada – LE MONDE de Francia
El film de Marcelo Piñeyro interroga a la vez los códigos del film negro y las nociones de machismo, confrontadas a la homosexualidad de sus dos principales protagonistas. Vies brûlées es un film por demás intrigante que se ubica en un interesante punto de encuentro entre Pasolini y Tarantino.
Jean François Rauger – FIGARO SCOPE de Francia