domingo 25 de mayo de 2025 - Edición Nº4082

Economía | 23 may 2025

La Argentina de Milei

Textiles en jaque: dramático viraje de la producción nacional a la importada

“Están entrando productos a valores que ni siquiera se venden así en sus lugares de origen. Esto está penado por la OMC, pero acá se decidió no controlarlo”, plantearon desde la Fundación Pro Tejer.


El presidente de la Fundación Pro Tejer, Luciano Galfione, advirtió sobre las severas consecuencias que trae para la producción nacional la gigantesca desregulación que se hizo en el sector en el último año.

Las importaciones de ropa aumentaron un 86 % interanual en volumen, mientras que los textiles para el hogar crecieron un 109 %”, graficó el empresario textil en declaraciones a la AM 750.

“Esta es la consecuencia de la desregulación absoluta en todo lo que tiene que ver con nuestro sector. Se eliminaron todos los controles: se sacaron las licencias, los controles aduaneros, los valores criterio –que se establecen para evitar que se traiga mercadería por debajo de los valores internacionales–, se bajaron los aranceles”, enumeró.

Así las cosas, planteó que lejos de ayudar a los empresarios locales, los complica. “Todas estas medidas generaron un viraje rotundo de la producción nacional hacia el producto importado. Esa es la consecuencia”, describió Galfione.

“Las importaciones aumentaron casi un 100 %, pero, sin embargo, en valores promedio bajaron casi un 45 por ciento. Esto tiene que ver con la subfacturación y con que, a partir de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, muchas producciones a contratemporada terminan en países con menos regulaciones”, sumó.

Luego recordó que “Argentina decidió eliminar esas regulaciones, entonces están entrando productos a valores que ni siquiera se venden así en sus lugares de origen. Esto está penado por la OMC, pero acá se decidió no controlarlo”.

“Hay que entender que cada vez que un país baja aranceles, lejos de reducir los impuestos a quienes generan riqueza, lo que hace es bajarle los impuestos a los países desde donde se importa”, lamentó el referente de Pro Tejer.

“Y ya es difícil competir con países como Myanmar o Bangladesh, donde se trabaja por 80 dólares mensuales y jornadas de 16 horas. Si ya nos resulta complicado competir en igualdad de condiciones, imagínense lo que pasa cuando además se eliminan los aranceles”, remató.

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