

Informe semanal del Instituto para el Desarrollo Social Argentino -IDeSA-
El Garrahan es un hospital pediátrico de alta complejidad con niveles de excelencia en atención médica, formación de pediatras e investigación científica. A diferencia de otros hospitales públicos es un ente autárquico con independencia financiera y administrativa dirigido por un consejo de administración propio. Su base de financiamiento estatal es aportada en un 80% por el Estado nacional y un 20% por la CABA. Complementa sus ingresos con cobros en caso de que el paciente tenga cobertura de salud.
Los profesionales denuncian que sus remuneraciones son muy bajas en relación a sus responsabilidades y carga de trabajo. Desde el Ministerio de Salud responden que el problema no radica en la falta de recursos sino en la mala administración que toleró una exagerada expansión de empleados administrativos. A pesar de la autarquía administrativa del Hospital, el Ministerio de Salud se comprometió a combatir el empleo espurio para generar los excedentes que permitan mejorar la remuneración de los médicos.
La pregunta es si el Ministerio de Salud nacional debe involucrarse en la gestión del Garrahan. Para responderla sirve partir de un recuento de los hospitales que están a cargo de la Nación. Según datos del Ministerio de Economía para el año 2024 se observa que:
---) Hay tres hospitales nacionales en CABA (entre los que se cuenta el Garrahan) que insumen el 14 % del presupuesto del Ministerio de Salud nacional.
---) Otros siete hospitales nacionales están en la Provincia de Buenos Aires (seis en el conurbano y uno en Mar del Plata) donde asigna el 27 % de su presupuesto.
---) Hay un hospital en la provincia de Santa Cruz donde asigna el 2 % de su presupuesto.
Estos datos muestran que el Ministerio de Salud nacional destina el 43% de su presupuesto a financiar 11 hospitales. Cuatro de ellos fueron creados por el Kirchnerismo en el Conurbano y otro en El Calafate. El esquema es de una arbitrariedad absurda ya que implica que los ciudadanos de todo el país sostienen con sus impuestos los hospitales públicos de sus provincias y los hospitales nacionales en CABA, en el Conurbano y en El Calafate. La única explicación a este disparate es la discrecionalidad y el clientelismo a nivel nacional.
En el arreglo constitucional de la Argentina de 1853 se estableció que el Estado nacional sólo tiene las competencias que las provincias expresamente le deleguen (Artículo 121 CN). En ningún artículo de la Constitución Nacional las provincias delegaron la salud pública en el Estado nacional. Al contrario, en todas las Constituciones Provinciales las provincias se reservan expresamente para sí la responsabilidad por la salud pública. Esto implica que no corresponde que el Estado nacional financie ni gestione hospitales públicos. Por lo tanto, se deberían transferir a la CABA, Provincia de Buenos Aires y Santa Cruz los hospitales nacionales para que ellas los incorporen a su red provincial de hospitales públicos.
Dadas las particularidades del Hospital Garrahan, que es de referencia nacional y autárquico, la mejor alternativa es dárselo en propiedad al grupo médico que hoy sostiene al hospital. Son ellos los que están en condiciones de pagar buenas remuneraciones combinando la excelencia médica con la buena gestión. El financiamiento debería provenir del cobro a las obras sociales y prepagas por las prestaciones brindadas a sus afiliados y por las provincias cuando se trate de pacientes sin cobertura referidos desde los hospitales públicos provinciales. En otras palabras, para salvar al Garrahan hay que preservar y reforzar su autonomía administrativa y financiera liberándolo de su subordinación del Ministerio de Salud nacional.
Respetar la distribución de competencias de la Constitución Nacional suma equidad en salud y genera incentivos para mejorar la gestión. Es de estricta justicia distributiva corregir la asimetría de provincias que no se hacen cargo de todos los hospitales públicos que operan en su territorio. En este proceso de ordenamiento las particularidades del Garrahan hacen recomendable que la administración sea asumida íntegramente por sus médicos, de manera que la excelencia médica sea acompañada por una buena gestión.