

El analista político Facundo Nejamkis se refirió el momento actual del sistema político argentino, centrando su mirada en el peronismo, ya que la tradicional fuerza corre riesgo de “ruptura”, según su visión.
“La forma que asume el peronismo impacta en la forma que tiene la coalición que está enfrente, y viceversa”, introdujo, para luego dar cuenta que el PJ tiene “una crisis que no es producto de la detención de Cristina, sino del fracaso del gobierno de Alberto Fernández”.
Remarcó que esa etapa marcó “la pérdida de ese espacio político de cierto halo que tenía desde 1945, de ser el partido que sabía cómo se gobernaba la Argentina”.
El final del mandato sin un presidente elegido, ni con Sergio Massa logrando imponerse, habría derivado en “la crisis del liderazgo más fuerte que tuvo el peronismo hace mucho tiempo, que es el liderazgo de Cristina”.
En ese marco, destacó la elección de Axel Kicillof como figura central en la provincia de Buenos Aires: “no alguien ajeno al kirchnerismo, sino alguien que surge del propio espacio”, lo que podría representar “el fin de la hegemonía del kirchnerismo sobre el peronismo”.
La reciente detención de Cristina Kirchner podría actuar en dos sentidos, según explicó el analista en declaraciones a CNN Radio “postergar los conflictos internos y presentar una oferta unida o, por el contrario, acelerar las tensiones”. El desenlace dependerá de “la actitud que tome la propia Cristina y su núcleo más cercano”.
Facundo Nejamkis planteó que, si ese núcleo impulsa candidaturas con bajo consenso y liderazgos más radicales, “probablemente veamos un escenario de ruptura entre el peronismo y la propia provincia de Buenos Aires”, con impacto en las elecciones locales de septiembre y las nacionales de octubre.
Ese escenario, advirtió, podría derivar en “un triunfo casi seguro de la Libertad Avanza en territorio bonaerense”, reduciendo la presión de un acuerdo entre ese espacio y el PRO. “Ya no existe esa presión de tener que ir juntos para ganarle a alguien que sus votantes consideran un mal mayor”, aseveró.
En consecuencia, “la Libertad Avanza y el PRO se podrían poner más exigentes uno con el otro”, abriendo la posibilidad de que compitan por separado.
Aun así, aclaró que “no es que la conducción del PRO esté feliz haciendo un acuerdo con la Libertad Avanza”, aunque muchas veces “las condiciones políticas no permiten ese tipo de licencias”.
Frente a una eventual fragmentación del peronismo, donde “ninguna de sus ofertas políticas pase los 25 puntos”, podría surgir una nueva dinámica opositora. Incluso, evaluó que “dirigentes del PRO podrían irse hacia la Libertad Avanza, individualmente o en grupo”, sin que eso represente un movimiento orgánico del partido.
Finalmente, Nejamkis sostuvo que “es posible que la disposición de Cristina dispare un escenario de mayor fragmentación”, más cercano al modelo porteño, con una oferta electoral diversa y sin una fuerza dominante que supere el 35 por ciento.