

Informe semanal del Instituto para el Desarrollo Social Argentino -IDeSA-
El Impuesto sobre los Ingresos Brutos provincial y las tasas municipales sobre las ventas tienen innumerables defectos que no tiene, por ejemplo, el IVA. Uno que pasa desapercibido (incluso para la mayoría de los economistas) son los subsidios cruzados entre provincias. Por razones logísticas, comerciales o legales muchas empresas aplican un precio único para todo el país, aunque la incidencia de Ingresos Brutos en sus costos sea diferente entre provincias. Esto hace que los consumidores de las provincias con menor carga de Ingresos Brutos subsidien a los de las provincias con alícuotas más altas.
Con el objetivo de explicitar esta distorsión Mercado Libre anunció que diferenciará sus cargos por ventas online según la presión impositiva que aplica cada provincia. En lugar de una comisión homogénea se aplicarán montos que reflejen, al menos parcialmente, las diferencias de Ingresos Brutos. El anuncio generó una enérgica reacción del gobernador de Santa Fe. En sus declaraciones cometió dos errores. El primero es que confundió Mercado Libre (que paga Ingresos Brutos por sus cargos de ventas) con Mercado Pago (que paga por la actividad financiera). El segundo error es no tener en cuenta que cargar con una alícuota alta la actividad financiera perjudica la actividad productiva porque encarece el crédito.
La cuestión es que Mercado Libre dejó su esquema de cargos a las ventas online como sigue:
---) El cargo general está en un rango de 12 % a 16, 5% de la venta.
---) En Formosa, Corrientes, Santiago, Río Negro y Santa Cruz la comisión baja 0,25 % en promedio del rango.
---) En Santa Fe, Córdoba y Jujuy el cargo sube 0,55 % en promedio del rango.
Estos datos muestran cómo la aplicación de un precio uniforme (en este caso la comisión por utilizar la plataforma que permite el comercio digital) genera subsidios desde las provincias con impuestos más bajos hacia las provincias con presión tributaria más alta. El cambio en el esquema de costos que aplica Mercado Libre trata de morigerar el perjuicio que una comisión homogénea en todo el país les provoca a los vendedores que usan la plataforma desde provincias con alícuotas más bajas de Ingresos Brutos. Dejarán de pagar una comisión más alta para compensar a los vendedores de las provincias con presión tributaria más alta.
El impuesto a los Ingresos Brutos y las tasas municipales sobre las ventas tienen muchos efectos negativos. El más mencionado es el “efecto cascada”. Al aplicarse en cada etapa de producción y comercialización, sin descontar lo pagado en etapas anteriores, el impuesto se acumula induciendo a las empresas a integrarse verticalmente y perjudicando a las PyMEs proveedoras.
Pero más grave aún es que es un impuesto oscuro ya que es imposible saber con precisión cuál es su incidencia en el precio final de un producto y extremadamente engorro de administrar. Las provincias, además, obligan a algunos contribuyentes a actuar como entes recaudadores gratuitos, obligándolos a actuar como agentes de recaudación, percepción y retención. Esto aumenta la burocracia administrativa y obliga a pagar la mayor parte del impuesto por adelantado. El efecto colateral más dañino es que se generan saldos a favor de los contribuyentes que resultan difíciles de recuperar.
Mercado Libre no es pionero en rebelarse contra Ingresos Brutos. Hace algunos meses el Banco Nación amenazó a La Pampa con retirar sus sucursales si no retracta el aumento de alícuotas en Ingresos Brutos. Muchas empresas dejaron de vender a clientes con domicilio en Misiones para eludir la abusiva aplicación de pagos adelantados de Ingresos Brutos que hace la provincia los cuales terminan en cuantiosos saldos a favor irrecuperables.
Las tasas municipales tienen similares defectos que Ingresos Brutos. Hay bancos que ofrecen costos más bajos a sus clientes con domicilio fiscal en el partido de Tres de Febrero porque aplica menor presión tributaria. El Banco Nación dejó de operar en La Matanza en reacción a la alta presión tributaria municipal y tiene demandas judiciales contra varios municipios del país.
Estas reacciones empresarias no resuelven el problema. Sólo lo explicitan. Son apenas parches costosos y difíciles de implementar. Tendrán sentido si logran empujar un cambio más disruptivo que aporte una solución. Esta es que el “Super-IVA” absorba Ingresos Brutos y las tasas municipales sobre las ventas.