

Un grupo de pequeños productores agroecológicos, constituidos en la figura Somos Red, se enorgullecen de su iniciativa de triple impacto (social, económico y ambiental) que decantó en la yerba mate de selva “Zapecá”.
El producto cosechó un marcado interés en el marco de la reciente feria Caminos y Sabores en La Rural de Palermo, instancia a la que los referentes de la firma pudieron llegar gracias al respaldo del Instituto Nacional de la Yerba Mate, entidad que resiste pese al programa de desguace libertario.
“Zapecá es otro concepto en yerba mate, porque está asociado al desarrollo social y económico de la familia agraria y a la recuperación y conservación del bosque nativo. En términos ambientales, nuestros yerbales están en una zona de alto valor de conservación de la Selva Paranaense, en el municipio misionero de Salto Encantado, principalmente”, introduce la coordinadora de Somos Red, Marina Parra.
Y pondera que “son yerbales bajo la sombra de árboles nativos que crecen espontáneamente por la cercanía con el Parque Salto Encantado y otras reservas públicas y privadas. Plantamos árboles que producimos en viveros que están asociados a nuestro esquema de Somos Red, y producimos nuestros propios bioinsumos, como bocashi, a partir de la gestión de los residuos de cada una de las chacras, de los residuos orgánicos, húmedos, forestales”.
“Eso nos permite generar una sinergia entre los distintos emprendimientos de Somos Red y hacer que nuestros yerbales sean más productivos. Muchas de las familias son apicultoras y la idea es que se vayan sumando más subproductos de las chacras en este esquema. Entonces eso hace que valoremos mucho el rol de los polinizadores, de los insectos, las aves, la fauna. Todo parte de una convivencia entre las producciones y la biodiversidad”, resume la licenciada en Ciencias de la Educación especializada en Ambiente y Desarrollo.
“En términos sociales también, porque en cada una de las etapas de la cadena de valor de la yerba mate, tenemos una concepción de empleo digno y empleo verde. Es decir: ver en cada una de estas actividades una fuente para generar empleo local y en la transición ecológica, una fuente de empleo potencial. Cada una de las etapas de la cadena de valor las llevamos adelante de manera formal y registrada”, puntualiza.
De este modo, lograron contar con la certificación agroecológica participativa, que es parte de la Ley Provincial 68 de Fomento a la Agroecología y en el marco del sistema único de certificación, convirtiéndose en la primera yerba certificada en toda la cadena de valor, desde la materia prima hasta el empaquetado final.
“Trabajamos con el secadero de Cuatro Caminos, que está en Campo Viera, que tienen certificación orgánica. Es decir, articulamos con emprendimientos que son de nuestra misma escala, y de esa manera podemos favorecer un desarrollo más integral para todos”, menciona Marina.
Rumbo a Canadá
El titular de “Zapecá”, Fernando Puzzo, recapitula: “En 2023 se puso en contacto con nosotros un productor canadiense que buscaba comprar yerba agroecológica directamente de los productores, se sintió muy atraído por la propuesta de trabajo de Somos Red y decidió esperar a que la yerba estuviera lista, porque la estábamos estacionando”.
“Desde el 2020 ya veníamos transitando la marca de yerba propia y él nos esperó hasta que tuvimos la primera producción y decidió comprar todo el lote para su empresa de bebidas y para ir instalando también el mate cebado en el norte del continente, porque allá está en auge y genera mucha curiosidad”, anexó.
En concreto, el aquel país de América del Norte se envasó con la marca y se elaboraron bebidas gasificadas, Mate Menta y Mate Pomelo, que se comercializa en Toronto y mediante la plataforma Amazon.
“Después de la compra a comienzos de 2025 el productor canadiense viajó a Misiones a conocer las chacras que son parte de la marca y quedó muy contento con la forma de trabajo y la coherencia en los lineamientos que había conocido a la distancia. A partir de allí nos asociamos para que represente la marca”, acota Fernando.
Además, pone de relieve que “hay una muy buena aceptación y gusta” entre el público canadiense. “En lo cultural no están acostumbrados a tomar de una bombilla y compartirla, pero sucede que sobre todo en los jóvenes van a clubes a hacer deporte y llevan el mate, genera un revuelo de interés porque lo asocian a Lionel Messi y a los deportistas de élite que últimamente se han visto tomando mate”, añade.
“Eso además del trabajo de triple impacto y el mensaje que transmitimos que la yerba mate es una planta nativa de la selva, que produciendo podemos cuidar lo que queda de selva, es lo que genera un impacto muy positivo en su recepción. También sus propiedades por supuesto”, concluye..
Abrir los ojos
El nombre “Zapecá” remite al proceso por el cual se da el primer encuentro de la hoja de yerba mate con el fuego, cuando se corta el proceso de oxidación, cuando se abre la estoma de la hoja. En lengua guaraní significa “abrir los ojos” y para los mentores del producto “esos ojos que se le abren a la hoja cuando se encuentra con el fuego que transforma, también es una metáfora de que podemos abrirnos a otra forma de vincularnos con el ambiente, de cultivar la tierra y alimentarnos sin destruir la naturaleza”.
“Es una yerba suave, estacionada de manera natural , secada de manera diferenciada. Cuando consumís Zapecá está adhiriendo a un proyecto y a un modelo de desarrollo, estás tomando amor... Nuestro compromiso no es un negocio, es un proyecto de vida, y en ese sentido, sentís esa energía cuando tomas el mate con nuestra yerba, sentís que es distinto porque estás entendiendo de que se trata, el alma de la selva”, sentencian.
Por último, Marina consigna que “la crisis ambiental nos trae una oportunidad para generar otras estrategias de desarrollo y eso genera empleo: producir plantines genera más trabajo que aplicar químicos en la producción. Tenemos que comprender eso y hacer una transición justa, y generar nuevas fuentes de trabajo”.
“En esto también, además de rol del Estado, y el INYM, está el rol de la cooperación internacional. Ahora mismo estamos ejecutando, con respaldo de la Unión Europea, el proyecto Impacto Verde que nos permite mejorar la infraestructura de la biofábrica Reverdecer para poder producir mejor los bioinsumos y registrarlos ante el SENASA. Esto también acompaña la transición agroecológica de los yerbales a otra escala”, completa.