

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alcanzar los 150 minutos semanales de movimiento sostenido -como caminar a paso ligero o andar en bicicleta- tiene efectos preventivos sobre el sistema cardiovascular. Incorporar una rutina activa ayuda a, por ejemplo, controlar la presión arterial, el colesterol, la glucosa y el peso corporal. También reduce las probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2, obesidad y enfermedades respiratorias.
“Caminar 30 minutos al día, cinco veces por semana, puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular en un 10-30 %, dependiendo de la intensidad, duración y factores individuales”, puntualiza la doctora Eliana Filosa, al alentar a realizar rutinas de intensidad leve o moderada, puesto que son una herramienta poderosa para cuidar el corazón.
“No necesariamente entrenar más fuerte y más duro es mejor”, advierte la especialista del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Austral..
Asimismo, la cardióloga pondera que “cualquier tipo de desplazamiento o esfuerzo físico que implique gasto calórico cuenta; desde subir escaleras hasta limpiar la casa o bajarse una parada antes del colectivo. No hace falta un entrenamiento intenso ni equipamiento especial”.
¿Cómo saber si estamos realizándolo en una intensidad adecuada? “Si podés hablar mientras lo hacés, aunque sea entrecortado, se considera un ejercicio de intensidad moderada”, orienta.
El sedentarismo es el cuarto factor de riesgo global para enfermedades crónicas no transmisibles. Permanecer muchas horas sentado puede alterar la presión arterial, la glucosa y el colesterol, entre otras consecuencias.
De allí que “la mínima actividad posible ya suma”, subraya la doctora Filosa, quien asimismo recuerda la importancia de hacer “active breaks” o pausas activas cada hora -pararse, caminar unos minutos, subir una escalera- son una “forma eficaz de protección y de minimizar el tiempo en estado sedentario”.
Otro beneficio concreto de realizar ejercicio regular, es que actúa como un antidepresivo natural. “Mejora la atención, la memoria, el sueño y ayuda a manejar el estrés y la ansiedad”, detalla, para luego recomendar además incluir -al menos dos veces por semana- ejercicios de fuerza y flexibilidad para preservar la masa muscular, proteger los huesos y prevenir caídas.
Como herramienta complementaria, la especialista y el doctor Sergio Baratta, jefe del Cardiología Hospital Universitario Austral y presidente electo de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), recuerdan que la SAC lanzó a fines del año pasado una aplicación gratuita llamada App.ie, diseñada para promover hábitos saludables y prevenir enfermedades cardiovasculares. La app permite registrar pasos, calorías y kilómetros recorridos, compartir la información con el médico, sumar puntos e incluso acceder a premios o realizar donaciones.
“La medicina moderna sigue confirmando lo que ya afirmaba Hipócrates, considerado el padre de la Medicina, hace más de dos mil años: caminar es la mejor medicina del hombre”, concluye la profesional. “Y lo mejor es que está al alcance de todos”.