

El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, volvió a congraciarse con el Gobierno, aunque hizo foco en la necesidad de eliminar definitivamente los derechos de exportación.
“En el sector también vamos a tener que entender este nuevo escenario” que “nos exige un cambio: no solo gremial o dirigencial, sino también un cambio en nuestra cabeza productiva”, puntualizó.
En este sentido, manifestó que “durante mucho tiempo transitamos balances productivos malos, tapados por buenos balances financieros. Se disimulaban los problemas de fondo. Cuando trabajás en un país con inflación de dos dígitos, lo único que hacés es tratar de seguir adelante, no quedarte quieto. Eso te obliga a trabajar incómodo”.
Y recalcó que “al mismo tiempo, el sector productivo siempre te da la posibilidad de avanzar. Con este nuevo contexto, tenemos que replantearnos seriamente nuestra eficiencia y nuestra capacidad de producir. Somos buenos en serio haciendo esto. Pero el proceso de cambio de un sistema a otro es duro”.
Sobre la eterna promesa de la eliminación de retenciones, el titular de la SRA sostuvo en declaraciones al diario La Nación que “poner cronogramas puede llevar a especular”.
“No sé si daría plazos, sí certezas. El Presidente, por sus acciones, deja claro que las decisiones que toma no son para volver atrás. Por eso, cuando decían ‘el 30 de junio se cae el decreto, ¿qué pasa el 1° de julio?’, yo decía que no iba a pasar nada, simplemente se terminaba el decreto. Ahora hay que pensar cómo seguir, y creo que no se trata de hacer grandes declaraciones, sino de seguir trabajando como venimos haciendo desde la Rural: pasar información, mostrar números, explicar cómo una medida impacta en otra. Esos trabajos silenciosos y anónimos me parece que son efectivos”, matizó Pino.
En torno a la política de apertura indiscriminada de importaciones, expuso que “este Gobierno plantea libertad en todos los sentidos, pero si se va a competir con productos del exterior, la cancha tiene que estar nivelada. No se puede permitir el ingreso de productos en condiciones desiguales cuando al productor local se lo asfixia con impuestos”.
“Algunos la van a pasar mal. Porque cuando se trabaja en un contexto de inflación, como en el comercio, donde hay que comprar, vender y stockearse, siempre se le suma un poco más al precio porque no se sabe qué va a pasar la semana siguiente”, graficó.
Y completó: “Creo que se viene un tiempo duro, muy ajustado. La soja tiene un valor bajo, no está claro qué pasa con China. Ahora la carne subió un poco, pero si tiene una baja, todo cambia. Por eso le insistimos al Gobierno: este es el momento, en serio, de terminar con los derechos de exportación que están mal, y son un pésimo instrumento. Y cuando los márgenes son tan ajustados y, además, se paga un 6,75 por ciento, como en la carne, el negocio se cae”.