

Un violentísimo hecho delictivo sucedió en las últimas horas en Lanús donde un agente de la Policía Bonaerense fue baleado en su cabeza mientras protagonizaba una persecución junto a un compañero.
Se trata del oficial Maximiliano Joaquín Gargiulo, de 33 años de edad e integrante de la Unidad Policial de Prevención Local (UPPL), quien fue baleado este miércoles alrededor de las 22 horas cuando perseguía a delincuentes que circulaban en un auto robado.
Gargiulo cayó de su motocicleta sobre las calles Conesa y La Haya en Villa Fiorito, localidad del mencionado distrito del Conurbano bonaerense sur, en medio de un intercambio de disparos con los malvivientes y de allí fue trasladado de urgencia al Hospital Evita, donde fue internado con pronóstico reservado.
Sin embargo, unas horas después –ya entrado este jueves– se decidió su traslado a una clínica de mayor complejidad en el barrio porteño de Palermo, dado la gravedad de su cuadro clínico, y por el momento allí permanece internado.
La persecución se inició cuando el agente baleado, quien patrullaba junto a un compañero, escuchó una comunicación vía capa policial y en el cruce de la avenida General Hornos y la calle Monseñor Hladnik observó el paso de un Volkswagen Golf GTI de color gris oscuro con varios hombres dentro.
Tras dar la voz de alto, los sospechosos huyeron y en ese instante comenzó todo, que acabó en el cruce de Ostende y Mario Bravo, donde los delincuentes descendieron del rodado y emprendieron la fuga a pie hasta una vivienda de la calle Conesa al 1200, donde ingresaron dos de los sospechosos.
Una vez en el lugar, Gargiulo forcejeó con las personas que allí residían y en circunstancias que se investigan recibió el balazo, cuyo orificio de entrada fue en la nuca y sin orificio de salida, con lo cual la cosa es aún más grave.
El caso está siendo investigado por el fiscal Martín Rodríguez, titular de la UFI Nº 6 del Departamento Judicial Avellaneda-Lanús, quien ordenó relevar todas las cámaras de seguridad de la zona y en el lugar incautó los dos autos robados, el Gol y un Vento del que bajaron dos sospechosos que se plegaron a los primeros en plena persecución.
El fiscal Rodríguez trabaja intensamente en la investigación para dar con los autores del brutal intento de homicidio.