

Mientras Europa alcanza cifras récord con un 15 % de autos 100 % eléctricos (BEV) en sus ventas totales, Argentina apenas roza el 0,14 %, lo que equivale a 1 BEV cada 700 vehículos nuevos. Así lo revela un nuevo informe técnico elaborado por el ingeniero Alejandro Sureda, profesor de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Austral, que analiza el estado de la movilidad eléctrica en el país frente a los estándares internacionales.
El estudio aplica una metodología comparativa usada por organismos europeos y fabricantes globales, agrupando los indicadores en cuatro dimensiones: adopción de mercado, entorno normativo, infraestructura de recarga e inversión industrial.
Entre los principales hallazgos del informe se cuenta un mercado estancado, con el híbrido como único protagonista.
En este sentido, vale mencionar que el 86 % de los vehículos electrificados vendidos en Argentina en 2024 fueron híbridos (HEV) y sólo se vendieron aproximadamente 567 autos 100 % eléctricos en todo el país. En contraste, Noruega ya tiene un parque automotor con casi un 40 % de eléctricos puros.
También se cuentan los incentivos sin planificación, dado que Argentina no tiene una fecha para eliminar los autos a combustión.
A diferencia de la Unión Europea, que prohibirá los motores de combustión en 2035, Argentina aún no sancionó su Ley de Movilidad Sustentable, mientras que existen incentivos fiscales aislados (como patentes 0 % en CABA), pero no hay un marco federal integral.
En lo que hace a la infraestructura, el relevamiento da cuenta que hay apenas 113 puntos de carga pública registrados, por lo que la densidad de cargadores por habitante es 80 veces menor que en Europa.
La mayoría de los cargadores son lentos (AC de 22 kW), lo que impide viajes largos y una experiencia de usuario moderna.
Industria nacional: iniciativas valiosas pero a pequeña escala
Empresas como Volt Motors, Coradir y Sero Electric producen vehículos urbanos, pero aún sin escala industrial.
Por su parte, Toyota estudia fabricar la Hilux eléctrica en Zárate, aunque la decisión depende de señales regulatorias estables.
Finalmente, vale mencionar que la primera planta de celdas de litio se inauguró en La Plata en 2024, pero es solo un primer paso.
“El 2025 puede ser el punto de inflexión: si alineamos incentivos, infraestructura y producción, la movilidad eléctrica puede despegar. Si no, será otra década de oportunidades perdidas”, advierte Sureda.
El informe subraya que el litio argentino y las energías renovables no serán suficientes sin una estrategia nacional de electrificación.