

En un contexto donde el presidente Javier Milei declama “austeridad” y exige sacrificios al pueblo argentino, los números de la diputada ultraoficialista Juliana Santillán generan profunda indignación y exigen explicaciones urgentes.
Según datos oficiales, en el período 2024–2025 la legisladora “diplomada en economía austríaca” realizó 95 viajes financiados con fondos públicos —la mayoría en avión—, con un costo millonario que recae sobre los bolsillos de los argentinos. Mientras tanto, sólo asistió a 14 sesiones en todo el año legislativo, de acuerdo con las estadísticas de la Cámara baja.
“La disparidad entre la actividad parlamentaria y los gastos de traslado es abrumadora. En un país donde millones de argentinos ajustan sus bolsillos para llegar a fin de mes, resulta inadmisible que se destinen recursos de semejante magnitud a viajes que no se traducen en una presencia activa y constante en el Congreso”, señalaron desde la Fundación el cumplimiento del deber.
En igual tono, la entidad presidida por Claudio Venchiarutti, sostuvo que “las promesas de ‘achicar el gasto político’ parecen difuminarse ante este tipo de casos. La ciudadanía merece representantes comprometidos con el trabajo legislativo y con el ejemplo de responsabilidad que exige el difícil momento económico que atraviesa la Nación”.
“La pregunta es inevitable: ¿Quién controla el verdadero uso de los recursos que pagamos todos? ¿Cómo se justifica semejante despliegue de viajes frente a una asistencia que apenas cumple con el mínimo esperado?”, inquirieron desde El cumplimiento del deber.
Y sentenciaron: “La transparencia no se declama: se ejerce. Y este caso es una prueba más de que el ajuste, hasta ahora, recae siempre en los mismos —los argentinos de a pie—, mientras que para algunos en la política parece que todo sigue igual”.