

El básquet argentino se prepara para un giro inesperado con La Crossover, el evento disruptivo que mete deporte, espectáculo y participación digital en un solo paquete. Este sábado 16 y domingo 17 de agosto, de 15:30 a 20:00, el Microestadio Roberto Pando en Boedo se convierte en la cancha donde convergen íconos del deporte, el entretenimiento y la calle Instagram.
La propuesta apuesta por reglas que rompen los moldes: línea de cuatro puntos, cartas especiales que modifican el curso del juego y aros más bajos que potencian volcadas y alley-oops para sacudir el público.
La conducción del evento está en manos de Facundo Campazzo, Germán Beder y José Montesano, asegurando tanto calidad deportiva como entretenimiento de primer nivel.
Un factor distintivo de esta primera edición es la inclusión de jugadores amateurs y de barrio debutando en un escenario masivo. Entre los elegidos están Elías Jara y Frozono.bsk (Emi Broggi), quienes llegan de compartir sus rutinas en redes sociales a vivir el sueño de competir junto a celebridades del básquet y el streaming.
Los managers detrás de cada equipo suman pluses de renombre: Chapu Nocioni, Grego Rosello, Coscu, Paulo Londra, RusherKing, Juan Posite, Flow Game Basketball y Joaco Cavanna, garantizando una mezcla explosiva de estilo y estrategia. Además, la edición cuenta con una presencia especial de Luquitas Rodríguez, que promete sumar una dosis extra de energía al show.
El sábado servirá para la fase clasificatoria, que podrá verse exclusivamente por streaming, mientras que el domingo será el día clave: al público se le suma show musical, transmisión en vivo y una producción audiovisual a todo trapo. Y claro, el gran atractivo: cada jugador del equipo campeón se llevará 100.000 pesos.
Este domingo, la final no será sólo un partido: será la coronación de lo que podría redefinir el modelo de ver y vivir el básquet. Con piezas disruptivas en juego, figuras de todos los ámbitos y una experiencia pensada para que el público participe y disfrute desde su casa o en la cancha, La Crossover se tiñe de histórico.