

Florencio de los Ángeles Molina Campos nació el 21 de agosto de 1891. Porteño, moderno en el vestir, amante de la música clásica, a los 35 años realizó su primera exposición, como aficionado y con gran éxito, que le abrió las puertas a su vocación por la pintura. Destacaba que su gran maestra fue la naturaleza; y su verdadera escuela, el campo argentino.
De niño, Molina Campos pasaba sus vacaciones en la estancia materna “Los Ángeles”, en General Madariaga, a 30 kilómetros de la Costa Atlántica. Tenía nueve años cuando para entretenerse en los días de lluvia empezó a dibujar sus primeros gauchos. El capataz de la estancia era Tiléforo Areco y se trasformaría en el personaje principal de sus obras. Un detalle en sus piezas eran los dos estribos de los caballos, herencia de la familia Molina.
Al morir su padre, él y su familia abandonan su vivienda en la Estancia “La Matilde” (en Chajarí, Entre Ríos), para instalarse en Buenos Aires. Fueron los tiempos cuando comenzó a escribir cuentos camperos y distintos dibujos que recuerdan su vida en el campo.
Su técnica
Comenzaba por los cielos. Luego colocaba las figuras que había dibujado en un papel manteca. Las pintaba con sus pinceles de “marta” y dejaba para el final el detalle de los ojos. Sus primeros trabajos fueron con tintas, luego acuarelas y pastel para encontrar en la témpera su medio predilecto. Nunca consideraba terminadas sus obras.
Comienzos
En 1924, ya separado de su primera mujer, María Hortensia Palacios Avellaneda, comenzó a pintar en Buenos Aires paisajes camperos y marinos que exhibió en Ruibal: un negocio de lotería y cigarros de la calle Esmeralda.
Dos años después, trabajando en la Sociedad Rural, inauguró su primera muestra: "Motivos gauchos (caricaturas)", como parte de la Exposición Nacional de Ganadería. El stand tenía 24 metros cuadrados y sus tres paredes estaban repletas con 61 pasteles y acuarelas colgadas en hileras de cinco obras. El entonces presidente de la Nación, Marcelo Torcuato de Alvear, adquirió dos de sus piezas. Florencio sintió que había encontrado su camino y consideró que era su primer triunfo en la vida.
Los almanaques de Alpargatas
El 14 de marzo de 1930, la firma argentina Alpargatas contrató al dibujante para pintar 12 doce obras, una para cada mes de 1931. Aquello fue su primera presencia en un almanaque, tradición que continuó hasta 1936 con contratos anuales. Luego, continuó entre 1940 y 1945.
Cerca de 18 millones de láminas, con sus obras, le dieron una difusión y promoción únicas. Los almanaques se veían en las estaciones de trenes, almacenes, pulperías, etcétera. Asimismo, los afiches difundían una prenda de vestir usada por las distintas clases sociales y no solo por el gaucho.
Desde 1934, y por tres años, relatará en ellos la historia de Tiléforo Areco, su personaje más famoso: el regreso a la tierra, el encuentro con la "culandera" que le dice que va a conocer a una mosa y se va a casar, su llegada a la pulpería, su rancho, los preparativos de la boda y la llegada de su hijo. En 1940 incorpora motivos de otras regiones argentinas y no tanto de pagos gauchescos.
Entre los próximos dos años, Tiléforo Areco se representó en Radio Splendid, personificado por la voz del propio Molina Campos. Se emitió también por LU7 de Bahía Blanca y LT1 de Rosario. Pero este éxito opacó las otras obras de Molina Campos, asociadas con la publicidad y la ilustración.
Éxito en Estados Unidos
Becado por la Comisión Nacional de Cultura, en 1937, Florencio viajó a los Estados Unidos, lugar que le sirvió de inspiración para mostrar los contrastes del campo con la gran metrópolis. Una de sus primeras obras allí muestra al gaucho Lindor, sofrenando un potro en Nueva York.
En 1938 expuso en la Gallery of the English Book Shop y sus obras se publicaron en importantes semanarios. Para fomentar el interés de los estudiantes en los temas latinoamericanos, el fundador de la Universidad de Texas, en Austin, le solicitó sus obras para exponerlas de forma permanente. Las empresas comerciales de Estados Unidos consideraron a Molina Campos como una gran tentación.
Walt Disney en la Argentina
En 1941, estando Molina Campos de viaje, Walt Disney visitó la Argentina para conocer el país donde estaban "esas cosas curiosas que pintaba Florencio". Visitó la estancia y le manifestó a su esposa, Elvirita, su deseo de contratar a Florencio para que lo asesorara en una película sobre la vida y costumbres de los habitantes de América del Sur.
Un año después y hasta mediados de los años 50, trabajó como asesor técnico en los estudios de Walt Disney, para colaborar en films como El gaucho volador; Goofy se hace gaucho; Saludos, amigos; El gaucho reidor, y Los tres amigos. También colaboró en la realización de la película animada Bambi.
Molina Campos y la educación
En sus cuadros también abordaba el tema de las escuelas rurales. El 25 de mayo de 1955 inauguró en un rincón de su pequeña chacra en Moreno, una escuela para los niños de familias de Cascallares que habitaban en ranchitos. Estaba conformada por dos aulas, un corredor cubierto y un gran patio con un mástil donde flameaba la bandera. Llevaba el nombre de su antepasado "Gaspar Campos". Años después, pasó a funcionar como la número 20 "Florencio Molina Campos".
En Buenos Aries, Molina Campos murió el 16 de noviembre de 1959, a los 68 años de edad.