

Un reciente informe de Zuban Córdoba & Asociados da cuenta del un fuerte impacto del escándalo por los audios que revelarían la matriz de corrupción en el Gobierno de La Libertad Avanza.
“El Coimasgate (o Karinagate) se suma a una cadena de crisis no clausuradas que alimentan la decepción frente a la gestión. Con una aprobación de Gobierno que viene en baja desde hace unos meses, este caso de corrupción surge a posterior de una derrota legislativa como el rechazo al veto a la ley de emergencia en discapacidad, y con el trasfondo de las muertes por el fentanilo contaminado y la crisis sin clausura del libragate, motorizada por la falta de información, subestimación, negación y ocultamiento”, contextualizan los consultores políticos.
La credibilidad en la gestión libertaria, se encuentra profundamente afectada por este hecho: un 62 % juzga a la respuesta del Gobierno como improvisada.
El caso $LIBRA, aunque llegó a erosionar sustancialmente la imagen del Presidente, era complejo de entender para la mayoría. Las palabras “coimas” y “corrupción” en cambio, están fijadas en la mente de cualquier argentino o argentina de a pie, y generan una indignación más directa.
El 45,1% considera al #Coimasgate más grave que el Libragate. ♎️
— Zuban Cordoba (@Zuban_Cordoba) August 29, 2025
Demostrando que es el caso de corrupción más importante del actual gobierno. pic.twitter.com/yyMkB8Eu34
“La respuesta del Gobierno parece sacada de los más elementales manuales de la casta. Poner la mano en el fuego por los funcionarios involucrados es la fórmula exacta que permite que la crisis escale y afecte a la figura presidencial”, suman Gustavo Córdoba y Paola Zuban en su análisis.
Un contundente 70 % de los argentinos no pondría las manos en el fuego ni por Karina ni por los Menem que integran el Gobierno. Y un abrumador 65 %, reclama que los funcionarios involucrados renuncien y se pongan a disposición de la justicia. Un reclamo que es también compartido por gran parte del círculo rojo.
💥 El 60% cree que las sospechas de corrupción debilitan al gobierno libertario. Solo un 32,2% dice que no.
— Zuban Cordoba (@Zuban_Cordoba) August 29, 2025
Estos datos se constatan con el impacto en lo electoral y en los mercados 🗳️💹 pic.twitter.com/E4q2kvg7qn
En tanto, una mayoría del 61 % cree que el escándalo impactará negativamente en los mercados. Y que también provocará una caída en la confianza de los inversores.
Argentina tiene un extenso y fructífero historial de casos de crisis que generaron un quiebre absoluto en la relación con la sociedad. Algo se quiebra para siempre cuando un gobierno empieza a ser percibido como corrupto. Casi la mitad de los argentinos, un 47 % cree que el gobierno de Milei es más corrupto que los gobiernos anteriores. Y sólo un 22 % afirma que Milei no es corrupto. Menos que su núcleo duro.
Un 64,4% cree que Milei trató el tema como “uno más”, sin resolverlo. Solo un 15,9% percibe un enfoque real para superarlo. 😳 pic.twitter.com/7qmuM3jYQu
— Zuban Cordoba (@Zuban_Cordoba) August 29, 2025
Un 12 % de quienes votaron a Milei en el ballotage de 2023 afirma que luego de este escándalo ya no los volverá a votar. Eso se suma a un 13 % que ya antes del escándalo había definido no votarlo más. La sangría existe y es visible. En un año electoral cualquier mínimo porcentaje importa, puede inclinar la balanza hacia un lado u otro. Incluso, un pequeño 3 por ciento.
“Toda gestión gubernamental es, por definición, una gran organización crisis propensa. La situación de crisis es lo habitual; lo excepcional, es que no exista una situación crítica. Sin embargo, los gobernantes insisten en subestimarlas y actuar pensando que nunca van a llegar. Una actitud efectiva implica reconocer la crisis de manera oportuna, evitando la negación o la subestimación”, añadieron desde Zuban Córdoba & Asociados.
⬇️Un 10% afirma que el escándalo cambia su voto de octubre: pensaban votar al gobierno y ya no lo harán.
— Zuban Cordoba (@Zuban_Cordoba) August 29, 2025
🦾El 37% seguirá apoyando a LLA. pic.twitter.com/qee9Xi9wnv
También pusieron de relieve que “muchos gobiernos caen en la tentación de minimizar el problema o adoptar una visión optimista, se dicen a sí mismos que “esto no es tan grave”, lo que puede agravar la situación”.
“La mejor forma de evitar una crisis es absteniéndose de realizar aquello que puede detonarla. Nunca hagas algo que necesites ocultar después. Es tan sencillo como eso. Y de tan sencillo que es, la mayoría prefiere ignorarlo”, sentenciaron.