

La industria ceramista ILVA, cuya planta principal se encuentra Pilar, despidió a 300 operarios ante un proceso de caída en la producción y baja de ventas.
A principios de septiembre, la fábrica ILVA comenzó a enviar telegramas de despido a sus empleados. En total, fueron notificados alrededor de 300 trabajadores, algunos cumpliendo tareas laborales desde hace tres décadas.
Entre los motivos alegados por la empresa, la medida se justificó en una “caída de ventas, la apertura de importaciones y dificultades en el abastecimiento de materia prima”.
Para avanzar con los despidos, la patronal se basó en el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo, que permite pagar indemnizaciones reducidas (hasta un 50 %) en casos de fuerza mayor.
#Crisis 🚫 Más de 300 despidos en ILVA, una fábrica ceramista de Pilar: “Nos quedamos en la calle por WhatsApp”
— ANDigital (@ANDigitalOK) September 5, 2025
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Por el contrario, los trabajadores denunciaron que la empresa había realizado inversiones recientes en maquinaria, lo que abre las puertas a la hipótesis de un lockout patronal -estrategia para forzar despidos-.
Ante esta situación de extrema gravedad, los operarios iniciaron un acampe y protestas rotativas frente a las instalaciones para exigir la reincorporación inmediata y la intervención del Ministerio de Trabajo bonaerense.
Sin embargo, la empresa no asistió a la audiencia inicial. La cartera laboral dictó una conciliación obligatoria por 15 días, con el objetivo de frenar los despidos y abrir canales de negociación.
“Estamos viviendo un momento trágico”, relataron los trabajadores en declaraciones a la prensa, mientras avanzan con el campe frente a las instalaciones de la planta de cerámicos.
Algunos de ellos, llevan casi 30 años en la empresa y relataron que la situación es inédita. Incluso, expresaron la bronca y la desazón por el modo en que se enteraron de la decisión: “Nos quedamos en la calle por WhatsApp”.