lunes 08 de septiembre de 2025 - Edición Nº4188

Política | 8 sep 2025

Análisis

Anticipatorio cierre en el baldío de Moreno y plácida goleada peronista

Sin darse cuenta, Milei dedica gran parte de la derrota a Axel, inapelable triunfador. Economista de verdad. La consigna “kirchnerismo nunca más”, lejos de desterrarlo, colaboró con la resurrección multiplicada del peronismo, por definitiva vez.


Por Jorge Asís (*)

Emblema de lo que vino a destruir

El Peronismo del Año Impar -Axel + La Doctora-Máximo + Sergio- venció con comodidad al Fenómeno Milei (con el Ángel Abducido).

En efecto, fue una plácida goleada.

En discurso abreviado, el derrotado Panelista de Intratables confirma que toma en cuenta el retroceso.

O como diría luego Axel, en tono explícito de reproche: “el mensaje de las urnas”.

En realidad, el domingo 7 de septiembre Milei coronó dolorosamente la sucesión de errores técnicos de campaña, combinados fuertemente con los horrores morales que le vaciaron la credibilidad.

Transcurrió la transferencia más inesperada: Milei se transformó en el emblema de aquello que vino a destruir.

Probablemente el error fundamental consistió en interpretar mal la elección que alcanzó a marcarle los límites.

Se confundió al nacionalizar la campaña ostensiblemente provincial.

Exceso de dramatismo sobre lo que no figuraba en ninguna parte, como la legitimidad del Gobierno de Consultores que preside. En la mesa estaba simplemente la capacidad de movilización de los minigobernadores de la Provincia del Pecado que se jugaban los Concejos Deliberantes. La vida. Motivación superior.

Sin darse cuenta, Milei dedica gran parte de la derrota a Axel, El Gótico, el “enano soviético”, inapelable triunfador.

Economista de verdad. Ensayista para colmo de John Maynard Keynes, el estudioso que Milei más detesta.

Otro error significativo consistió en diabolizar el último producto cultural del peronismo.

Sin embargo la consigna “kirchnerismo nunca más”, lejos de desterrarlo, colaboró con la resurrección multiplicada del peronismo, por definitiva vez.

Incluso justifica la repentina aglomeración en la calle San José, debajo de la ventana donde suele aparecer la silueta de La Doctora.

Franja minoritaria en Córdoba, fuerza escasamente visible en Santa Fe, el kirchnerismo mantiene hoy presencia apreciable entre las urbanizaciones del conurbano de las dos secciones primordiales de Buenos Aires. Primera y Tercera.

Aunque debe aceptarse que sorprenden los kirchneristas sueltos por todos los territorios.

Pero fueron despedidos hasta de Santa Cruz, el origen.

Los horrores morales también fueron dos.

En principio, la cripto superchería, el negocio barroco para especialistas que popularmente cuesta entender.

Entonces es peor. Persiste la sospecha de la presencia de la gran estafa, aunque no sea fácil explicarla.

Especialmente cuando desde aquí se dice que la cripto, para Milei, es como Vialidad para La Doctora.

En cambio, se interpretan demasiado pronto los efectos secundarios de la intensa locuacidad del funcionario menor Diego Spagnuolo. La magnífica oralidad resultó letal para el Panelista. Persistió paralizado y sin argumentos para defender, siquiera, a Karina, la famosa hermana consagrada como gran estrella del espectáculo gracias al mentado “tres por ciento”. Y a la letra pegadiza que tergiversa la canción Guantanamera, que suele cantarse indeseablemente en subterráneos y en las tribunas del fútbol.

Al contrario de la cripto superchería, con los audios de Spagnuolo no hizo falta ningún explicativo tuit presidencial.

Un transparente entre los pecadores

El Fenómeno solitario Milei debió asumir la derrota la noche triste del cierre en aquel baldío equivocado de Moreno. Anticipatorio, en cierto modo, de las decepciones.

Desaforado, a los saltos y alaridos, el Panelista sudoroso pronunció treinta veces la condenable palabra “kirchnerismo”. Y aseguró con énfasis que iban a pintar “la provincia de violeta”, ante la euforia elaborada de una militancia numéricamente austera.

De pronto con la victoria se recupera el Peronismo del Año Impar.

De las tres fuerzas unificadas, merece rescatarse a Axel, que se jugó en la lotería del desdoblamiento y acertó.

Pese a la reticencia de La Doctora. Le fue aceptablemente mejor a Axel que al Primo Jorge, que se adelantó con la misma jugada en el Maxiquiosco, pero fue taladrado, en efecto, por Los Milei.

Axel no pertenece a La (Agencia de Colocaciones) Cámpora.

En adelante tiene la difícil misión militante de no agrandarse.

De moderar, o acaso de controlar, la animosidad contradictoria con Máximo.

En todo caso tendría que enfrentar también a La Doctora, la presidiaria que se hizo presente con la silueta en el balcón. Y con el mensaje grabado.

Justamente La Doctora fue quien apostó con perversidad por el “soviético” cuando paradójicamente significaba instalar un transparente en la mesa de los pecadores.

En un conglomerado plagado de internas políticas que se agravan en los años pares para resolverse en los impares. Internas que nada tienen que ver con el neoliberalismo, o con mayor o menor dosis de marxismo.

Al contrario. Las diferencias son por cajas. Exclusivamente por cajas.

“A los antiperonistas les encantaría decir que Axel es ladrón. Pero no. Es decente”.

Tan decente que en general se pasa. A los suyos, los que le responden, les tiene vedada la contraprestación.

Al cierre del despacho, por el televisor del otro cuarto trasciende cierta algarabía.

Los cánticos de los peronistas culturales que comparten la resurrección entusiasta con la jefa política presa.

Instalada en la celda de un segundo piso y con la tobillera humillante.

Final ya del domingo. Resta esperar la incierta escenografía del lunes.

Por la reacción del gran dictador. El mercado.


(*) Periodista y escritor

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