

Cazzu inauguró la primera de sus cuatro noches en el Movistar Arena con un espectáculo completamente distinto a lo visto hasta ahora.
Latinaje se presentó en vivo por primera vez como una obra dividida en cuatro actos que combinaron música, visuales, arte y performance, consolidando una nueva etapa en la carrera de la artista.
La propuesta incluyó un despliegue escenográfico y estético de alto impacto, con 14 músicos en el escenario, un trabajo artístico integral y reversiones especialmente preparadas para esta serie de shows, que dieron una dimensión inédita a cada canción.
Con la destreza vocal que la ha llevado a cruzar fronteras y cautivar a millones de seguidores alrededor del mundo, Cazzu regaló más de una hora y media de show, con versiones arrolladoras de Latinaje que dan cuenta de la firmeza de esta nueva etapa artística y el legado inmenso que está dejando en la escena.
La apertura tuvo un tono íntimo y confesional con canciones como “Odiame”, “Sobre mi tumba”, “Me tocó perder” y “Piensame”, donde la artista se mostró vulnerable, conectando desde la crudeza de sus letras y una interpretación cargada de emoción.
En el segundo acto, la energía creció con temas como “Mala suerte”, “Engreído” y “Dolce”, sumados a un medley de reversiones de clásicos que marcaron su camino: “Nena trampa”, “Brinca”, “Jefa”, “Mucha data”, “Miedo”, “Toda”, “Loca”, “Ahora” y “Que disparen”.
Un bloque que llevó al escenario la fuerza que la caracteriza y desplegó una performance magnética que fusionó los hits del inicio de su carrera con los géneros que alimentan a Latinaje.
El tercer acto marcó un giro profundo hacia las raíces. Cazzu llevó al público a un viaje que combinó lo popular con lo ancestral, abriendo con una intensa versión de “La cueva” junto a Nico Cotton, productor del álbum.
El show continuó con “Inti”, seguida por “Pobrecito mi patrón”, que resonó como un canto de lucha y pertenencia. El clima se elevó con “Copla” y explotó con “Viva Jujuy”, en un homenaje a su tierra y a toda Latinoamérica.
Fue un pasaje que unió tradición y modernidad en un mismo relato musical, convirtiéndose en uno de los momentos más celebrados de la noche y reafirmando la identidad cultural que atraviesa todo el universo artístico de Cazzu.
El show cerró con un cuarto acto explosivo que mezcló intensidad, romance y celebración donde la artista invitó a todos a bailar. Con “Una loca enamorada” y “Peliculeo”, Cazzu desplegó su costado más visceral y urbano, para luego emocionar con “Nada”. La recta final se convirtió en una fiesta colectiva con “Tú y tú”, “Con otra” y “Menú degustación”, coronando la noche en un estallido de baile, luces y comunión con el público.
Más allá del repertorio, la propuesta se consolidó como una experiencia sensorial completa: visuales, escenografía, vestuario y puesta en escena dialogaron con la música para construir un relato performático y maduro, que expone a Cazzu en su versión más auténtica y poderosa.
Con esta primera función, Cazzu dio inicio a una serie de cuatro noches en Buenos Aires que confirman su crecimiento como intérprete, creadora y referente indiscutida de la música latina contemporánea.
Todavía quedan tres noches para seguir disfrutando del talento y el histórico regreso de La Jefa los días 14 y 15 de septiembre con entradas agotadas. Para la última fecha el día 1 de noviembre, aún quedan entradas disponibles a través de www.movistararena.com.ar.